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Artículo

Martes 8 de diciembre de 2020

Celebraciones online y automisa en Solemnidad de la Inmaculada Concepción

Con la bendición de la restaurada imagen de la Inmaculada Concepción en el Santuario del Cerro San Cristóbal, y con una auto misa en Maipú, respetando el aforo permitido en el contexto de pandemia, fieles celebraron la Solemnidad de la Virgen. La eucaristía en el cerro fue presidida por el Nuncio Apostólico de Santiago, monseñor Alberto Ortega.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Bárbara Guerrero

Bajo el lema “Madre del consuelo y la esperanza, llévanos a Jesús” la comunidad mariana elevó súplicas y agradecimientos a la Virgen en el 50 aniversario de la proclamación del dogma. 

Desde el Santuario del Cerro San Cristóbal se transmitió la ceremonia oficial, presidida por el Nuncio Apostólico, monseñor Alberto Ortega, quien recordó a los fieles que al igual que la imagen de la Virgen en la cúspide del cerro, también debemos ser restaurados, acercándonos a Dios, ya que "Él nos limpia, nos embellece, nos transforma y nos fundamenta”. 

En su mensaje, llamó a los fieles a “seguir a Jesús y a vivir nuestra vida cristiana dejándose transformar. “El camino a la conversión al que todos estamos llamados es decir no al mal y si a Dios (...) Mirando a María vemos una vida que se realiza, una vida hermosa, grande, útil para el mundo y así está llamada a ser también nuestra vida, así está llamada a ser la vida de la Iglesia”.

Bendición de la imagen

Luego de la oración y para dar paso a la ceremonia de bendición de la imagen de la Inmaculada Concepción, el rector del Santuario, padre Carlos Godoy, pidió a los fieles un caluroso aplauso para el cardenal Celestino Aós, quien estuvo ausente en esta ocasión por encontrarse en la ciudad del Vaticano y también agradeció a todos quienes estuvieron involucrados en la obra que llena de esperanza al alma de Chile.

Fueron siete las ceremonias que se realizaron solo en el santuario del Cerro San Cristóbal y un centenar en el resto del país, donde debido a la pandemia las comunidades buscaron la mejor forma de celebrar a la madre de Chile, para evitar así exponerse a focos de contagios.

Una misa diferente en el Templo de Maipú

En el Santuario Nacional de Maipú, en tanto, optaron por innovar y celebraron la Solemnidad de la Inmaculada Concepción con una automisa para resguardar la distancia social y evitar contagios. Hasta la explanada del Templo Votivo llegaron 50 vehículos, en los que sus ocupantes animaron la fiesta con globos y con el sonido de sus bocinas. Esta eucaristía se transformó en una oportunidad de reencuentro entre los fieles y la patrona de Chile, ya que en el mes de julio la celebración de la Virgen del Carmen se debió hacer completamente online. 

La celebración fue presidida por monseñor Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago, quien reflexionó sobre las cualidades de la Virgen: “Es purísima, es sin mancha, es llena de gracia, y es disponible totalmente al llamado del Señor. Cuando acogemos en nuestro corazón esta alegría gozosa de María en todas sus cualidades, ciertamente somos interpelados a nuestra vida cristiana en cómo poder vivir intensamente una espiritualidad al modo de María”.

Monseñor, además, se refirió al momento actual que vive el país y el mundo. “En este día Santo, en que el mundo entero se vuelca a celebrar a la Virgen María en tiempo de pandemia (…) queremos honrarla a través de las redes sociales, presencialmente con aforos muy limitados, y en tantos y tantos lugares. (…) En este día de gracia pidámosle a nuestra Madre, que nos anime en la fe, en la esperanza y en la caridad, para que en medio de un tiempo difícil podamos vivir con esperanza las promesas del Señor, porque sabemos que en María la promesa ya está cumplida”.