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Jueves 4 de julio de 2024

Participantes de la Semana Teológico Pastoral 2024 salieron en misión a la gran ciudad

Como complemento a las ponencias de la Semana Teológico Pastoral 2024, este miércoles 3 de julio los participantes pudieron vivir experiencias misioneras en las siete zonas territoriales de la Arquidiócesis. 

Salir al encuentro de los más alejados, compartir con los descartados, aprender de los distintos contextos urbanos, mirar la ciudad con los ojos de Jesús. 

En el segundo día de la Semana Teológico Pastoral 2024 se invitó a los participantes a vivir diferentes experiencias misioneras en las siete zonas territoriales de la Arquidiócesis de Santiago

Estas actividades, realizadas el miércoles 3 de julio en la mañana, sirvieron como espacio de encuentro con los diferentes desafíos urbanos y permitieron a los vivientes reflexionar sobre su compromiso con el amor al prójimo y la evangelización.

Una Iglesia en salida

Uno de esos territorios de misión tuvo lugar en el Campamento Millantú de Puente Alto, en la Zona del Maipo. En este emplazamiento, donde residen más de dos mil familias,  los misioneros compartieron con las dirigentas vecinales, y conocieron la labor de catequesis, pastoral social y olla común que realizan las hermanas de Dolores Sopeña junto a integrantes de la Parroquia San Esteban.

Además realizaron una misión puerta a puerta y dieron la bendición a los pobladores, a sus casas y a los pequeños negocios.

En el otro extremo de Santiago, en Maipú, los participantes llegaron hasta la denominada Ollita Solidaria, perteneciente a la Capilla Divino Maestro de la Zona Oeste, para participar activamente en la preparación y entrega de alimentos.

Allí, las integrantes de la comunidad junto con apoderadas del colegio San Felipe Diácono de Calera de Tango y habitantes del sector, atienden a personas en situación de calle que acuden los días lunes y miércoles a buscar almuerzo. 

“Junto con la entrega y compromiso desinteresado, las responsables acompañan la vida de personas que evidencian historias de mucho dolor. Los conocen por su nombre y apellido, establecen un férreo vínculo sin juicios ni discriminaciones. Se evidencia una relación personal y genuina con cada uno de ellos y ellas, que no es unilateral sino que se enriquece mutuamente”, destacan María Cristina Puentes y María Paulina Pérez.

Además de La Ollita Solidaria, la Zona Oeste también dio la posibilidad de participar en el Comedor San José Obrero, que entrega almuerzo a los adultos mayores y familias vulnerables del sector de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Maipú.

Formación para cuidadores de ancianos

Por su parte, en la Zona Norte los participantes visitaron el Hogar San José de Recoleta. El equipo de profesionales de la salud de esa residencia les dieron a conocer la importancia de acoger, acompañar y asistir a los adultos mayores, brindándoles apoyo espiritual, emocional y material.

Esta es una propuesta formativa permanente que ofrece el equipo del hogar junto a la Vicaría Norte, la Pastoral Social y la Vicaría de la Misericordia. Está dirigido a aquellos cuidadores informales que tienen bajo su responsabilidad a adultos mayores.

Evangelización en un centro comercial

Otra de las experiencias misioneras se llevó a cabo en el centro comercial Apumanque en Las Condes (Zona Cordillera).

“Entramos a las tiendas, hablamos con la gente, repartimos estampitas de la Virgen del Carmen, oramos juntos. Nos sentimos muy acogidos. Pude palpar en estas misiones el hambre de Dios que tienen las personas. Varios se conmovieron cuando vieron que fuimos a hablarles de Dios y se emocionaron cuando un sacerdote les bendijo su lugar de trabajo”, destaca Arturo Valdivia, secretario pastoral de la Zona Cordillera.

 “¡Dios está en los corazones de todos! De quien anda de prisa, de quien está de compras, de quien hace la fila en el banco. Todos están sedientos de escuchar la Buena Noticia de Cristo Resucitado”, agrega.

Mirar la ciudad con los ojos de Jesús

“Detenerse, contemplar y observar la presencia de Dios en la realidad”. 

Esta fue una de las frases que compartieron, al finalizar la actividad, las más de 50 personas que participaron en la experiencia “Mirar la ciudad con los ojos de Jesús”. En ella se invitó a salir al casco histórico de la ciudad para encontrar y observar las diversas realidades que hoy son tierra de misión.

Los asistentes se reunieron en el Arzobispado de Santiago y se dividieron en grupos para observar y, en algunos casos, conversar con transeúntes, trabajadores, personas en situación de calle y hermanos de la Tercera Edad.

La Zona Centro también abrió las puertas de los comedores de la Iglesia San Antonio de Padua (Capuchinos) y de la Parroquia Santa Sofía. Allí los participantes pudieron compartir con los beneficiarios y ayudar en la labor de entrega de alimentos. 

Comedores solidarios y adoración perpetua

En la Zona Oriente se abrió la posibilidad de conocer y servir en los comedores solidarios Nono Oreste de la Parroquia Cristo Nuestro Redentor y Hogar de María de la Parroquia Santa Cruz de Mayo. 

Otro de los lugares de encuentro con Jesús fue la capilla de Adoración Perpetua de la Parroquia María Madre de la Iglesia, en la que los asistentes pudieron adorar a Jesús Sacramentado y conocer el trabajo evangelizador de la Iglesia en ese sector de La Florida.

Finalmente, en la Zona Sur se pudo conocer el trabajo del Policlínico Enrique Alvear donde se trabaja en la prevención y tratamiento de personas que sufren adicción a las drogas y el alcohol. Los asistentes tuvieron la posibilidad de dialogar con los profesionales del centro y beneficiarios.

En la misma zona, se realizó otra experiencia misionera, pero en la Parroquia San Cayetano de La Legua. Allí se pudo conocer de cerca la entrega de desayuno a personas en situación de calle y visitar el comedor solidario de la Iglesia.