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Jueves 17 de abril de 2025

Encuentro de Diáconos Permanentes: Reflexión y renovación en la Cuaresma

El miércoles 16 de abril de 2025, en las dependencias del Arzobispado de Santiago, se llevó a cabo el 5to encuentro de Semana Santa con los Diáconos Permanentes, organizado por la Vicaría para el Clero.

Fotos: Nazareth Quezada A.

Periodista: Nathalia Bolaños Rosero

Este encuentro reunió a 75 diáconos permanentes, acompañados de sus esposas, sumando un total de 130 participantes. Durante el encuentro, los asistentes tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre su vocación y misión en la Iglesia, guiados por el Cardenal Fernando Chomali G., Arzobispo de Santiago, y Monseñor Luis Migone, Obispo Auxiliar de Santiago y Vicario para el Clero y Zona Oriente.

El encuentro comenzó con la oración de Vísperas, un momento de recogimiento y unidad, en la Parroquia el Sagrario de la Curia del Arzobispado, la cual dio paso a la reflexión del Cardenal Chomali. En sus palabras, el Arzobispo destacó la valiosa participación de los diáconos y sus esposas, subrayando el impacto positivo de su entrega en la vida de la Iglesia.

Reflexión del Cardenal Fernando Chomali G.

El Cardenal reflexionó sobre la importancia de mantener una conversión continua en el diaconado, destacando tres dimensiones clave de la vocación diaconal, en línea con las enseñanzas del Papa Francisco: un diaconado en permanente conversión, un diaconado que vive una Iglesia Sinodal, y un diaconado que anuncia la esperanza.

Reflexionando sobre los cambios sociales y culturales que enfrenta la sociedad chilena, el Cardenal mencionó la creciente individualización y la crisis de la vida familiar. En este contexto, invitó a los diáconos a no caer en la desolación, sino a salir al encuentro de las periferias, como el Papa Francisco ha instado a hacer. “El Papa, lo primero que nos dice es no andemos rumiando desolación, no podemos andar encontrando todo malo, encontrando todo el mundo pecador. Tenemos que comprender lo que pasa para hacer nuestro trabajo, que es evangelizar. San Pablo dice, hay de mí si no evangelizará. Y lo primero que nos dice él es una cosa muy profunda. Me dice, mira, estamos en un hospital de campaña donde hay una emergencia, en los hospitales de campaña hay una emergencia, y eso implica salir, salir” afirmó el Cardenal.

Un aspecto clave de su mensaje fue la urgencia de evangelizar con esperanza y cercanía. Además, hizo hincapié en la importancia de renunciar al poder y abrazar una espiritualidad de servicio “Siempre hay un vínculo, un hilo conductor, que es el poder. Si hay algo que tenemos que hacer todos, empezando por mi, es renunciar absolutamente al poder. Y si tenemos en algún minuto alguna autoridad en la comunidad, es porque nos la ganamos; la autoridad se gana únicamente sirviendo. Por eso el Papa dice, prefiero una iglesia afuera, accidentada, al cerrado, en sí misma y enferma.” destacó.

Además, abordó la necesidad de cuidar a quienes cuidan (sacerdotes, diáconos y agentes pastorales), valorando la vida comunitaria, el trabajo en equipo y el equilibrio con la vida familiar.

Durante el encuentro, varios diáconos compartieron sus testimonios personales sobre lo que significa ser diácono y cómo asumen esta vocación. Uno de ellos expresó: “Más vale salir heridos, pero salir. Nos falta aprender a salir con humildad, a dejarnos formar no solo en lo intelectual, sino también en lo espiritual. Nadie puede dar lo que no tiene, y hoy más que nunca necesitamos convicción profunda para anunciar con autenticidad”.

Asimismo, un estudio presentado por uno de los diáconos mostró que más del 80% de los diáconos en los próximos tres años superarán los 75 años de edad y plantea desafíos en cuanto a la formación de nuevos alumnos. Ante esta preocupación, el Cardenal respondió afirmando: “El diaconado es un ministerio ordenado y bíblico. Cada vocación tiene un valor único, y la Iglesia debe saber acoger estos llamados con claridad. El diaconado no es una figura de transición, sino un ministerio con un propósito y una misión específica”.

Concluyendo el encuentro, el Cardenal instó a los diáconos y sus esposas a seguir trabajando unidos en su vocación, siempre en búsqueda de la conversión, la sinodalidad y la esperanza, pilares fundamentales para la vida de la Iglesia en este tiempo de Cuaresma.