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Martes 23 de julio de 2024

Arzobispo de Santiago motivó a educadores a fortalecer la identidad a través de la oración y comunión

En el primer retiro espiritual para educadores, colaboradores, padres y apoderados de comunidades educativas, el arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, invitó a ser expertos en humanidad y verdaderas escuelas de amor.

Más de cien personas se reunieron este sábado 20 de julio en el arzobispado a orar juntos y vivir un momento de retiro, junto a mons. Fernando Chomali, pastor de la Iglesia de Santiago. El encuentro tuvo lugar en el recinto de la ex librería Manantial y contó con la presencia de directivos, docentes, representantes de padres y apoderados y equipo de la Delegación para la Educación.

El encuentro comenzó a las 9.00 hrs. con un saludo del Delegado Gerardo Boetsch, quien señaló que: "esta instancia responde a la necesidad de fortalecer nuestra espiritualidad y vocación educativa con la oración, en  espacio de comunión con toda la Iglesia de Santiago y su arzobispo, quien generosamente ha sido un gran impulsor de esta idea".

Especial relevancia tuvo el rezo del Santo Rosario en el que se tuvo presente a los estudiantes, familias, educadores y directivos de colegios y escuelas. Luego, monseñor Chomali ofreció una meditación basada en el texto de los Hechos de los Apóstoles 3, 1-10. “Mientras más confusión haya en la sociedad, más clara debe ser nuestra identidad, la cual se fortalece en la oración” señaló el arzobispo, recalcando que no somos organizadores de eventos, sino que expertos en humanidad. Invitó también a dejar la pesada mochila de los problemas personales para dejarnos acoger por la ternura de Dios, quien tienes todas las respuestas a nuestras inquietudes más profundas".

El texto elegido recordó la experiencia del hombre tullido que pide limosna frente a la puerta hermosa del templo. Los apóstoles se compadecen y dicen: “no tengo oro ni plata, pero lo que tengo te lo doy; en nombre de Jesús, levántate y anda”. El tullido se levantó, entró en el templo, andando, saltando y alabando a Dios, y todos quedaron llenos de asombro.

Con esta meditación, + Fernando Chomalí G., animó a los participantes a reconocer la propias limitaciones y limosnas: la de ser salvados, valorados y reconocidos. Restituir nuestra riqueza más grande que es la libertad y dignidad como hijos de Dios. Jesús, a través de los apóstoles (su iglesia) restituye esta dignidad y tal experiencia debe suscitar asombro y estupor en nuestro entorno. Esta reflexión fue llevada luego a un momento de meditación personal, animada con la pregunta: ¿qué asombro suscito yo en otros a partir de mi experiencia de ser sanado y levantado por Jesucristo?.

El arzobispo invitó a una segunda meditación en torno al relato del hijo pródigo, como un llamado para hacer de la comunidades educativas verdaderas escuelas de amor, teniendo como horizonte formativo la misericordia del Padre. En este sentido, monseñor Chomali recordó que la iglesia no es el “club de los buenos”, sino que el espacio de quienes necesitan y buscan a Dios.

Al finalizar este encuentro, hubo un momento de diálogo abierto de los asistentes con el arzobispo de Santiago, en el cual se pudieron expresar muchas inquietudes personales y también relativas al quehacer de las instituciones educativas y las familias.

El encuentro fue organizado por la Delegación para la Educación y se espera que haya más instancias como esta, disponibles y abiertas para todas las personas, comunidades y familias vinculadas a la educación católica, así lo expresaron los participantes. 

Francisca Cerda, del Instituto Luis Campino destacó la iniciativa como una "experiencia muy enriquecedora, puesto que las opiniones de la gente me hacen crecer más como persona, como mamá y como agente pastoral para estar siempre al servicio de los demás".

Eduardo Araya, del colegio Boston College de Maipú, señaló que "es un momento importante en que nos podemos juntar como comunidad para que la iglesia nos pueda acompañar y nos estimule a reflexionar respecto de cómo podemos hacer mejor las cosas, para motivar a nuestros estudiantes".

Janet Cantillana, del Instituto Nacional, expresó estar muy contenta, "con varios aspectos para reflexionar y profundizar como tarea dentro de mi trabajo pedagógico. Es importante tener una identidad fuerte y mantenerla como testimonio ante la comunidad".

Juan Morales y Blanca Muñoz, matrimonio y presidentes de la Fundación Familias Mundi, comentaron que el retiro les ayuda "a profundizar en nuestros valores, para poder transmitirlos a los padres en las escuelas a través de los talleres que hacemos. El retiro ha sido una maravilla porque nos hemos encontrado con el Señor y con muchos amigos. Juntos hemos podido orar y pedirle al Señor que bendiga a todas las familias de Chile".