Viernes 28 de junio de 2024
Obispos chilenos agradecieron al Nuncio Ortega por su servicio al país
En una emotiva eucaristía, los pastores de la Conferencia Episcopal de Chile despidieron a don Alberto y agradecieron a Dios por su fructífero y fraternal servicio en nuestra patria.
Fuente: Equipo de Comunicaciones de la Vicaría Pastoral
“Quiero dar gracias a Dios por estos cuatro años y medio de servicio en Chile. Agradezco también a cada uno de ustedes, especialmente, a los que han venido desde tan lejos”.
Con estas palabras, el Nuncio Apostólico Mons. Alberto Ortega Martín saludó a los obispos que llegaron, este miércoles 26 de junio desde todas las diócesis de Chile, a su misa de despedida en la capilla del Arzobispado de Santiago.
Los integrantes de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) agradecieron a Dios por la vida y el servicio que el representante de Su Santidad prestó a nuestra patria. Rogaron también por el éxito en su nueva misión en Venezuela.
Durante la homilía, Monseñor Ortega recordó con cariño los momentos compartidos con las diferentes comunidades chilenas, junto con las alegrías y los desafíos vividos.
“En muchísimas ocasiones he podido reconocer los beneficios de la bondad de Dios, aún en medio de las dificultades. El paso del Señor se hace presente, no abandona nunca a su pueblo y siempre está dispuesto a alimentarnos con sus dones”, destacó.
Haciendo eco de las palabras del Aleluya de la liturgia del día (Jn 15, 4a. 5b), el nuncio recalcó la importancia de “permanecer en el Señor”.
“Debemos estar unidos a la Vid, pero además formamos parte de la misma Vid. Estamos unidos unos con otros. ¡Y qué importante es vivir esa comunión! ¡Qué bonito es verlos a ustedes, obispos, unidos! Cada uno con sus diferencias, pero unidos. Ese es el primer testimonio que damos y es lo que nos hace dar fruto. Y, así, renovamos el deseo de estar unidos al Señor, abiertos a la sorpresas de Dios”, añadió.
El asombro de la adoración
Concluyó su mensaje con una cita del Papa Francisco sobre la importancia del “asombro de la adoración”, enfatizando que poner a Jesús en el centro de nuestras vidas y adorarlo es fundamental para encontrar sentido y propósito en nuestra fe.
“Ese es el punto decisivo. Nuestras inquietudes, nuestras preguntas, los caminos espirituales y las prácticas de fe deben converger en la adoración del Señor. Todo nace y todo culmina allí. No en alcanzar una meta personal y recibir gloria para nosotros mismos, sino en encontrar a Dios y dejarnos abrazar por su amor, que nos libra del mal, nos abre al amor a los demás y nos hace personas capaces de construir un mundo más justo y más fraterno. De nada sirve activarnos pastoralmente si no ponemos a Jesús en el centro”, agregó.
Al finalizar la misa, Mons. René Rebolledo, presidente del Episcopado nacional, leyó un mensaje de agradecimiento al nuncio apostólico a nombre de todos los obispos de Chile.
“Tenemos presente que usted arribó a Chile en un momento complejo de la historia nacional (diciembre de 2019); también la Iglesia vivía variadas situaciones difíciles y con numerosos desafíos”, señaló.
“Desde los inicios de su servicio, a medida que lo fuimos conociendo comprobamos su aprecio por la misión, su entrega y gran dedicación a todos. En numerosas ocasiones nos manifestó su cercanía, disponibilidad y ayuda generosa en nuestro ministerio, con valiosas orientaciones y servicios que hoy le agradecemos de todo corazón. Su acogida a todos fue un significativo testimonio de cercanía. Lo acogemos como una moción del Espíritu que nos interpela también en nuestra entrega y modo de ejercer el ministerio episcopal”, añadió.
Concluyó diciendo que: “en varias de nuestras diócesis lo recordaremos también por haber gestionado diligentemente el nombramiento esperado del pastor. Junto a usted, hemos sido testigos de la alegría manifestada en las comunidades al acoger al obispo enviado por el Santo Padre. No cabe duda que estos procesos son fruto de arduo trabajo, suyo y de sus colaboradores. Gracias a Dios, las diócesis del país cuentan con su Pastor. Gracias a usted por su incansable servicio en este propósito”, concluyó.
Luego de las palabras del presidente de la CECh, los integrantes de la Conferencia Episcopal de Chile entregaron un presente a Monseñor Alberto Ortega y procedieron a la foto oficial. Todo concluyó con un almuerzo fraterno.