Jueves 13 de diciembre de 2018
Una Iglesia más carismática que institucional
El concepto es un desafío que destacó el Obispo Auxiliar de Santiago, monseñor Cristián Roncagliolo, durante el encuentro de la Vida Consagrada de la Zona Oeste, que congregó a más de 50 presbíteros y religiosas, en la sede de esa vicaría.
Fotos: Jorge Salomón
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/
Previamente, el padre Daniel Irarrázaval, vicario de la parroquia Cristo Resucitado y coordinador de la pastoral juvenil en la zona, señaló que "tenemos que acompañar a los jóvenes, no dejarlos solos, para que ellos se desarrollen en este camino de un encuentro con el Señor de una manera creativa, para reconocer su fe y proclamarla".
Monseñor Cristián Roncagliolo entregó elementos de la organización y estructura del sínodo, para después avocarse a sus contenidos. Destacó primero el concepto de "sinodalidad misionera", usado por el Papa Francisco, "es decir, juntos para la misión, no para la organización de la Iglesia o para el gobierno eclesiástico, sino que sinodalidad como la comunión de lo diverso". Y la comunión, precisó, tiene que ver con lo diverso, no con la organización del sínodo, porque la Iglesia es diversa.
Luego, se refirió a la necesidad sentida de los jóvenes de un acompañamiento y discernimiento continuo en su propia vida.
También al desafío de una Iglesia con muchas iniciativas para una "evangelización atractiva, porque el método de Cristo de vivir el Evangelio es atractivo". Por eso, el desafío del sínodo es ir a una Iglesia pluricorde, con muchas propuestas, cuya clave, afirmó, "es la generación de muchas iniciativas evangelizadoras que le den consistencia y espesor cristiano a la fe".
Entre otros contenidos del sínodo, se refirió a la necesidad de que la Iglesia sea más carismática que institucional, tanto de los carismas de las órdenes religiosas o los diversos movimientos que surgen, "que son una riqueza y no una amenaza, como también los carismas personales al servicio de la evangelización". Así se puede alcanzar una Iglesia no tan organizada, "pero bastante más fecunda", equilibrio que reconoce difícil. "Percibo que el Papa nos lleva a una Iglesia más carismática que institucional", comentó el pastor. No quiere decir, indicó, que el aspecto programático no tenga valor, "pero cuando el programa es lo más importante, se debilita el espesor de la fe. A lo que tenemos que apuntar nosotros es a la evangelización, más que al programa". A esto apuntan las ideas matrices del pasado Sínodo de Obispos en Roma sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento pastoral, dijo el también vicario de la Esperanza Joven.
El obispo Cristián Roncagliolo se mostró muy esperanzado en la evangelización al reconocer una multiplicidad de iniciativas renovadoras en la Iglesia y la participación de los jóvenes. "Uno ve tantos lugares fecundos en Santiago que, si bien es cierto hemos vivido un tiempo duro, creo que cuando acompañamos a los jóvenes les damos tiempo y les tenemos paciencia, eso fecunda".
Vivir la fe en una comunidad
Posteriormente, el obispo abrió un tiempo para el diálogo y acoger preguntas y reflexiones de los presbíteros y religiosas presentes, que plantearon diversos temas relacionados con la pastoral juvenil, la realidad del episcopado nacional y las perspectivas de un giro en la forma de evangelizar hoy.
Finalmente, el Obispo Auxiliar de Santiago puso énfasis en la necesidad de vivir la fe en comunidad. "Hoy día los jóvenes necesitan una comunidad donde sentirse acogidos. Yo creo que hay una intuición profética de evangelización en comunidad. A mí me impresiona el tema de la comunidad, de que yo pertenezca a una Iglesia particular y la particularidad es mi comunidad. Esa comunidad es el antídoto frente al paganismo o a una cultura secularizada. Si nosotros logramos avivar la vida comunitaria en nuestras parroquias, va a ser una atracción natural para los jóvenes, porque les proporciona acogida, familia, pertenencia".
Agregó que "tenemos un desafío apasionante. A veces uno tiene la percepción de un cataclismo, y evidentemente hay problemas, pero también los signos de Dios se manifiestan de muchas formas y tienen que alimentarnos y alentarnos a la evangelización. Tenemos el desafío enorme de ser constructores de una Iglesia diversa. La diversidad no es una amenaza, es una riqueza; la comunión no es uniformidad, es pluralidad". Animó a los presentes a generar iniciativas distintas de evangelización y hacerlo con mucha confianza en Dios. "Estamos en un tiempo de gracia y Dios va a bendecir mucho nuestra misión", afirmó monseñor Roncagliolo.