Sábado 14 de diciembre de 2024
Comunidad de la población Jose María Caro celebró las bodas de plata del padre Sergio Naser
La celebración de los 50 años de ministerio sacerdotal del padre Sergio Naser fue presidida por Monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile, en su primera actividad pública como cardenal.
Periodista: Alejandro Manríquez
“Muchas gracias Señor, muchas gracias por el padre Sergio”, fueron algunas de las expresiones de cariño y gratitud que los fieles de la Parroquia San José Obrero expresaron abiertamente en un templo repleto la tarde del viernes 13 de diciembre de 2024.
La comunidad de la Población José María Caro, en Lo Espejo, se reunió para celebrar la eucaristía por los 50 años de ministerio sacerdotal del padre Sergio Naser Japaz, presbítero de origen sirio que ha entregado su vida al servicio de los marginados, especialmente, a la rehabilitación de las personas adictas al alcohol y las drogas.
Esta ocasión tan especial fue, además, la primera misa que monseñor Fernando Chomali G., arzobispo de Santiago, presidió en Chile como Cardenal. Lo acompañaron los obispos auxiliares +Álvaro Chordi M. y +Luis Migone R.; el vicario de la Zona Sur, padre Manuel Martínez; el rector del Seminario Pontificio, Fernando Valdivieso, y sacerdotes y diáconos del Clero diocesano.
Padre Naser: “En Jesús, los adictos pasan de una sobrevivencia a una vivencia plena”
“Las acciones solidarias con los adictos y sus familias, que realizamos con un equipo de profesionales, no nacieron de una idea, sino de una inspiración y hasta de una broma del párroco de La Victoria, a quien llegué a ayudar en mi año pastoral como seminarista. Además de darme una serie de responsabilidades pastorales, me dijo: ‘preocúpate de los curados, que hay muchos’. Y, efectivamente, más de la mitad de las casas tenía uno o más bebedores anormales”, señaló el padre Sergio durante la homilía.
“Me di cuenta que un adicto al alcohol está golpeado, pero no predeterminado al fracaso. Hay una esperanza que cuando la ponemos en Jesucristo, él ama y abraza desde la cruz al alcohólico y a su familia, les abraza para resucitarlos. Pasan de una sobrevivencia a una vivencia plena. Sólo un Dios con heridas puede entender y sanar sus heridas y convertirlas en luz, transformándolas en medicina eficaz”, agregó.
“Desde Roma a la Caro”
El padre Sergio Naser también tuvo palabras de gratitud para los laicos comprometidos de la comunidad de San José Obrero en la que ha servido por cerca de 31 años y a los fieles de distintas parroquias de la Zona Sur.
También para los adictos en rehabilitación, para los sacerdotes que lo acompañaron en la misa, para los miembros de su comunidad Carlos de Foucauld, para las autoridades de la comuna de Lo Espejo, y para los miembros de la extensa familia Naser que viajaron desde distintos rincones de Chile y el mundo para estar presentes en la celebración.
Además agradeció al Cardenal Fernando Chomali por su participación. “Gracias a Dios por elegir hace seis días a don Fernando Chomali, arzobispo de Santiago, Cardenal de la Iglesia Universal. Gracias por su humildad y fraternidad al querer acompañarme en esta celebración, ya que llegó desde Roma a la Caro, qué les parece”.
“Agradezco principalmente a Dios, nuestro Abba, que aunque yo indigno e ignorante me eligió para este ministerio sacerdotal”, añadió.
El Cardenal Chomali también tuvo palabras para el padre Sergio: "el Padre Sergio siempre fue siempre un referente para quienes entramos al seminario. Doy gracias a Dios por su testimonio, por su humildad, por su sencillez. Realmente es un ejemplo de sacerdote para cada uno de nosotros", destacó.
Obras de repercusión internacional
El padre Sergio Naser es el fundador, entre otras obras, del Policlínico Obispo Enrique Alvear en Lo Espejo. Además junto al doctor Juan Marconi fue uno de los creadores de la Psiquiatría Intracomunitaria y del Programa Neurosis, aplicado con éxito en diferentes países del planeta.
También fue el primer presidente de la Pastoral Nacional de Alcoholismo y Drogadicción (PANAD). En esa tarea se reunió personalmente con el Papa Juan Pablo II.
“A ese Papa que nos salvó de la guerra con Argentina, le entregué un petitorio ambicioso: que si le parecía solicitar a los obispos que escribieran una carta pastoral para que en cada diócesis se formara un equipo de prevención y rehabilitación como aporte de nuestra Iglesia a este grave problema chileno y mundial”, concluyó.