Mons. Fernando Chomali encabeza inicio del Adviento en el Encuentro para Presbíteros

Es así como cerca de 150 sacerdotes diocesanos y religiosos, vicarios, obispos y obispos eméritos, además, llegaron hasta el Santuario de Schoenstatt en la comuna de La Florida, para comenzar con la oración de Tercias que estuvo a cargo de los tres diáconos en tránsito, compartiendo un momento de oración, reflexión y fraternidad.  

Para la Iglesia Católica, el tiempo de Adviento es un período privilegiado, ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro. Según el diccionario, la palabra latina "adventus" significa "venida", en el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo y en la Iglesia se le da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

Reflexión de Monseñor Fernando Chomali G.

En este encuentro Mons. Fernando Chomali G., Arzobispo de Santiago de Chile, compartió una meditación y reflexión con los presentes, sobre la alegría que debe resaltar en su vocación, centrada en el tema: “La alegría en el ministerio sacerdotal presbiteral en Adviento”. Brindándoles un espacio de profunda reflexión y diálogo en su servicio ministerial.

De este modo, Monseñor Chomali, afirmó que: “La alegría auténtica solo viene de Dios. La alegría es una persona, es el encuentro con el otro, con los demás. La alegría es compartir los sufrimientos de Cristo para, con Él, ser glorificados. Esa es la alegría profunda que transforma y da sentido”, expresó. 

El Arzobispo de Santiago motivó a los sacerdotes a profundizar sobre la alegría que debe traer este tiempo de Adviento, y cómo debe estar más presente dentro del ministerio sacerdotal. “En adviento poder hablar de esperanza”, afirmó.

En su reflexión, Monseñor Chomali señaló que “la alegría cristiana es descentrarse de uno mismo y poner a Jesús en el centro. La expectativa no cumplida hace que no haya alegría. Hay un camino de crecimiento espiritual que es entregar y compartir con los demás lo que tenemos”, afirmó.

Además, destacó que la “linda tarea de la Iglesia es ir detectando la alegría de la gente” y que, sin embargo, “no es fácil decirle a la gente que en la opulencia no hay alegría”, detalló.

Dentro de la jornada, monseñor  invitó a los sacerdotes a reflexionar sobre tres temas: ¿qué es lo que deseo como sacerdote, ministro del Señor?, ¿cómo coincide lo que deseo y lo que Dios quiere de mí?, y ¿me alegro de lo que Dios quiere de mí, tenemos esa esperanza?

Monseñor Chomali, destacó algunas frases de las oraciones colectas que durante todo este tiempo de Adviento nos invitan a buscar la alegría como un don que cada una de las personas debe ser capaz de compartir con los demás: “Señor y Dios nuestro concédenos esperar con amor solicito la llegada de tu Hijo Jesucristo para que cuando Él venga y nos llame nos encuentre velando, adorando y cantando con alegría sus alabanzas”; “Concédenos esperar con amor para que cuando Él venga nos encuentre cantando con alegría sus esperanzas”; Antífona de comunión lunes primero de adviento: “Ven Señor visítanos con tu paz y nos alegramos en tu presencia con integridad de corazón”; “La alegría auténtica viene de Dios”, afirmó.

Participación juvenil en la Iglesia

También abordó la importancia de la participación juvenil para la iglesia de Santiago, haciendo un llamado a los presbíteros a buscar nuevas formas de motivar a los jóvenes y acercarlos a la vida de la fe,”Hay que pensar cómo volver a generar la pregunta del sentido que tiene Dios para los jóvenes”, aseveró

Un espacio de diálogo con los sacerdotes

Uno de los momentos más enriquecedores fue el espacio de diálogo, en el que, organizados por grupos, los sacerdotes compartieron sus experiencias y reflexiones a partir de diversas preguntas propuestas por +Fernando Chomali. En este espacio se profundizó sobre la alegría en la vida ministerial, el significado del tiempo de Adviento y el llamado que Dios tiene para cada uno.

Jubileo 2025

Luego de la intervención del Señor Arzobispo, Mons. Álvaro Chordi, Obispo Auxiliar fue invitado para motivar el Jubileo 2025, abordando el inicio de Adviento como un tiempo especial de preparación para el Jubileo del 2025, recordando que este es un momento privilegiado para renovar nuestra fe y vivirla de manera transformadora y misionera. “El adviento es la fiesta de la esperanza porque nos prepara para el acontecimiento de la Navidad: sabemos que lo que esperamos vendrá. Nace.”, señaló Mons. Chordi.

En este marco, se presentó la entrega del primer boletín del jubileo 2025 de la arquidiócesis “Pura Esperanza”.

Homenaje al Pbro. Sergio Naser

El padre Sergio Naer, fue parte de un momento muy emocionante al ser reconocido por sus 50 años de ministerio presbiteral. En su honor se proyectó un video que reafirmó su entrega y misión evangelizadora, un testimonio de alegría y fidelidad al servicio de la Iglesia y la comunidad. (VER VIDEO AQUÍ)

El Padre que fue galardonado nos dejó palabras de preocupación respecto al tema del alcoholismo y drogadicción, afirmando que: “Este problema está relacionado íntimamente con todos los delitos, de hecho, un 63% de las personas que están privadas en libertad, han cometido un delito relacionado con alcohol o droga. Sabemos que estamos enrejados por temor a la delincuencia, lamentando que un hermano nuestro haya sido víctima de ello. Agradezco mucho su escucha, apoyo y cariño. Que el señor les llene de bendiciones.”

Seguidamente, Mons. Luis Migone dirigió unas palabras de agradecimiento y esperanza. “Este reconocimiento es un bonito fruto y un buen modo de concluir este encuentro, seguimos unidos en oración, porque sin la oración todo esto sería imposible”, expresó el obispo.

Finalmente, los sacerdotes participaron de un momento de adoración al santísimo en la capilla, seguido de un almuerzo fraterno.

Este espacio de reflexión y fraternidad marcó el inicio del Adviento, lleno de esperanza y de alegría. Con el año jubilar a la vista, los presbíteros se han comprometido a vivir este tiempo con renovada esperanza y alegría.