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Miércoles 11 de diciembre de 2019

Jóvenes chilenos recibieron saludo y bendición del Papa Francisco

Tras un vuelo de casi 15 horas, los tres jóvenes ganadores del Primer Concurso Audiovisual Juntos con el Papa, pudieron participar de la Audiencia General en El Vaticano, recibiendo la bendición y el saludo del Santo Padre.

Fotos: Sebastián Fuenzalida

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

El vuelo Air France 401 desde Chile partió a la hora prevista el lunes 9 de diciembre desde el Aeropuerto Internacional de Santiago. Entre sus pasajeros, tres jóvenes chilenos, que no sólo llevaban maletas, sino un sinfín de emociones al saber que tras recorrer extenuantes 15 mil kilómetros aproximadamente, se encontrarían con el Papa Francisco en su propia casa vaticana.

La escala en París no sólo sirvió para descansar, sino también para preparar el corazón para el día más importante en las vidas de Matilda González, Jesús Fernández y Paulina Contreras. Ya no había vuelta atrás y sólo quedaba llegar hasta Roma.

Al atardecer del martes 10, los tres jóvenes junto a sus acompañantes, aterrizaban en Roma sabiendo que este miércoles, muy temprano, debían estar listos para encontrarse con Francisco que los esperaría en la tradicional Audiencia. 

Y así fue. Tal como se había programado, Matilda, Jesús y Paulina, llegaron hasta El Vaticano con mucha emoción. Para preparar el encuentro, una misa en la capilla Húngara en el sector de las grutas Vaticanas, junto a las tumbas de Pedro y los papas que ha tenido la Iglesia, presidida por el sacerdote chileno Felipe Herrera.

Tras la Eucaristía, a las 9:00 de la mañana, ingresaron al Aula Pablo VI para esperar al Papa Francisco, quien realizando un largo peregrinar desde la entrada del salón hasta el altar, tuvo el primer contacto visual con Matilda, Jesús y Paulina.

Luego de la catequesis del Papa sobre la enseñanza de vida y perseverancia que dejó San Pablo al mundo, comenzaron los saludos del Santo Padre. Primero, a los obispos y cardenales presentes. Luego, a representantes de distintas delegaciones de todo el mundo, para finalmente, saludar a los invitados de honor. Conforme el Papa se iba acercando a los tres jóvenes, quienes nerviosos, recordaban una y otra vez lo que le dirían al momento del “mano a mano”, las expectativas aumentaban. Ya no quedaba nada y cuando el reloj marcaba las 11:25, llegó el tan anhelado momento.

Matilda, con su alba de acólita; Paulina con la bandera magallánica y Jesús con un par de Rosarios y una foto de su abuela, recibían el saludo del Santo Padre, quien se detuvo a escuchar a cada uno, a bendecir sus objetos y sus cabezas, dialogó brevemente sobre el concurso y sonrió. “Rezad por mí”, les dijo el Papa para luego seguir con los saludos. La misión estaba cumplida.

Los tres jóvenes salieron sonrientes y no cabían en la emoción que les dejó el momento: “Fue una experiencia inolvidable. Nunca se me va olvidar como es Roma y sus lugares, pero lo más importante que el Papa me tocó la cabeza, eso me emocionó mucho y que haya bendecido la foto de mi abuela. Quedé muy emocionado”, señaló Jesús Fernández.

Matilda González, aún nerviosa añadió: “Fue genial, porque primero se acercó a nosotros tres. Le dije si me podía bendecir el alba y me la bendijo y luego, me dio la bendición. Sentí mucho nervio, porque pensé que me diría que no. Siento mucha emoción por haber estado con el Papa y darle la mano fue genial. Fue un sueño cumplido”.

Finalmente, Paulina Contreras, comentó la relevancia que tendrá este día para el resto de sus vidas: “Estaba muy ansiosa y nerviosa por conocer al Papa, pero después que se acercó a nosotros y nos bendijo las cosas. Quedé muy feliz, ya que sabía que el Papa es bastante sencillo y por eso me esperaba que me saludara de esa forma”.

La inolvidable jornada, concluyó con una visita a los jardines vaticanos que rodean a la Santa Sede en Roma.