Jueves 30 de abril de 2020
Celestino Aós: "El Señor nos llama a descubrir a los demás como hermanos"
En conversación vía telefónica con Radio María, el Arzobispo de Santiago analizó la contingencia que vive nuestro país y el mundo entero, por la pandemia del Covid-19.
Periodista: Enrique Astudillo Baeza
Fuente: Iglesia de Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
Fueron el padre Roberto Navarro y la periodista Macarena Gayangos, quienes, en aproximadamente 30 minutos, pudieron conocer la visión que tiene el Arzobispo de Santiago, Celestino Aós, sobre las diferentes repercusiones de salud, sociales y emocionales, que ha dejado en gran parte del planeta la crisis sanitaria por el Coronavirus.
Acá, dejamos algunos de los momentos de la entrevista:
Sensación personal ante la pandemia:
"Estamos encerrados en nuestra casa. Nosotros estamos respetando todas las reglas y protocolos que nos han pedido. La vida continúa y estamos al servicio de las personas, eso sí, hay que esforzarse para ver cómo damos ese servicio y en ese sentido, los medios de comunicación nos han servido muchísimo en este tiempo para transmitir las misas y ceremonias".
"Obviamente me gustaría estar presente en los lugares más vulnerables, en los hogares, con los niños, en la cárcel, pero no es posible, tenemos que estar aquí y ofrecer al Señor mi oración por todos ellos".
El valor de los medios de comunicación:
"A través de la radio y de los medios se debe evangelizar y hay que ir pidiendo al Espíritu Santo y a los cristianos, que se dejen evangelizar también. Hay una oportunidad asombrosa hoy en día, que nos lleva a valorar lo que tenemos y lo que teníamos, pero también a cuestionarnos y a darnos cuenta que nada será igual que antes".
Asamblea Plenaria 2020:
"Yo vi un muy buen ambiente para reflexionar, de ayudarnos unos a otros y seguir viendo como nuestro Dios, es un Dios que no está muerto ni triste. Es un Dios que sigue haciendo maravillas y nosotros somos enviados como cristianos -todos los bautizados- a descubrir las maravillas de Dios, a saborearlas, a disfrutar de la vida y a compartir el gozo de quienes están a nuestro lado".
La fe ante la pandemia:
"Este tiempo debe ayudarnos a descubrir lo que es esencial, lo que es necesario, lo que nos aflige, lo que nos incomoda. Uno se da cuenta que la vida humana es sencilla y que Dios nos llama a valorar todas las cosas que tenemos. Estamos llamados a descubrir la belleza de la vida y también el Señor nos llama a descubrir a los demás como hermanos".
"Siempre es bueno ayudar al vecino con todas las normas y protocolos. Abrir el corazón a los chilenos, recordar que somos hermanos y somos ciudadanos que debemos respetarnos para construir una relación más fraterna. Ahí está la llamada del Señor, en ir hasta lo profundo de la fe y ver por qué hay tanto sufrimiento. Jesús murió, pero también resucitó. Ese acontecimiento nos invita a vivir sin amargura, pero también es válido cuestionarse todo lo que estamos pasando y ver cuál es el sentido de nuestra vida, pero no hay que dejar de recordar que todo fue creado por Él".
Pacto social y político:
"Más allá del estallido social y la pandemia, la vida continúa. El rol preponderante de la Iglesia es ser una levadura en la masa. Jesús nos ha dicho vayan por el mundo y enseñan lo que yo les he enseñado, a pesar de que hay otras enseñanzas y credos actúen como yo. Más allá del ambiente social que exista, la Iglesia tiene que seguir siendo fiel al Evangelio. No somos una fuerza empresarial ni una política, nosotros somos personas que queremos vivir el Evangelio y poner a Jesucristo unido a los hermanos y eso tiene una implicancia social".
"Precisamente ahora, ofrecimos nuestras instalaciones a los hermanos bolivianos en distintas parroquias. El cristiano tiene que implicarse en distintas acciones y la Iglesia está llamada a colaborar en todas las instancias. Supongo que en Chile hay médicos católicos, profesores católicos y yo creo que en Chile hay sacerdotes católicos y obispos que son católicos (risas). Entonces creo que efectivamente la voz de los católicos tiene que estar ahí presente cómo colaboración, como luz, como presentación de los valores, pero no es que tengamos que constituir un conglomerado. Eso no nos corresponde".
Sueño para Chile:
"A mí me gustaría un país donde siempre se pudiera poner a Dios primero y luego a la persona humana, ya que toda persona es sagrada desde su concepción hasta el final de su vida. Me gustaría un país que tomará conciencia del valor de la dignidad, el respeto y la colaboración, un país donde las personas no pongan piedra en el zapato a otras para ser feliz. Un país donde buscar con quién colaborar, sin batallas, con grandes posibilidades. Me gustaría un país donde se fueran viviendo distintos momentos de paz, donde las palabras sean constructivas y no de batallas. De buscar un mejor reparto de bienes, que no haya injusticias flagrantes donde algunos viven del lujo y la abundancia, mientras que otros hermanos y hermanas carecen de lo necesario. Buscar un país que sea más solidario y más equitativo y con prácticas concretas a la hora de hablar de salarios, de horas médicas, de colegios, ya que todo eso es una forma de ir construyendo un mejor país".
Adultos mayores:
"Les deseo paz y bien. Paz de corazón. Hoy nos creemos fuertes, porque somos capaces de construir aviones, grandes edificios y luego, nos damos cuenta lo vulnerable que somos ante un virus y para muchos de estos hermanos, evidentemente se crea una amargura y un desconcierto, incluso una amargura ante el hecho de decir qué va a pasar conmigo. Hago una invitación a colaborar con los médicos y si me toca partir de este mundo, decirle a Dios que mi vida está en sus manos y que un día estaremos con el Señor. Desde ahí nos nace una paz que nos va a llevar a mirar nuestra vida con un destino de eternidad, ya que no estamos para vivir en la tierra solamente, sino a vivir la eternidad. También, debe aparecer la necesidad de ayudarnos, de compartir y de comunicarnos con Dios y con los demás en los momentos de angustia y de los temores que aparecen en el día a día".