“Don Enrique nos sigue animando y evangelizando hoy”

La Vicaría Zona Oeste fue el último lugar donde trabajó como sacerdote don Enrique Alvear Urrutia (1916 – 1982) antes de enfermarse. Ahí compartió con la comunidad conociendo sus sueños, preocupaciones y necesidades en un Chile en que la crisis económica estaba afectando a todos.

Ellos, sus cercanos, sus vecinos, con los que les gustaba compartir una tacita de té, los jóvenes de esos años que se formaron tras su guía y muchos jóvenes que hoy quisieron conocer de su legado, llegaron ayer alrededor de las 19:00 horas al Teatro del Santuario San Alberto Hurtado a ver el documental "Padre Enrique Alvear: el obispo de los pobres" que contó con la participación de los realizadores Leony Marcazzolo, Pablo Mackenna y Felipe Villela.

Los asistentes conocieron sobre las motivaciones, el estado de la "Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Enrique Alvear Urrutia" y del testimonio del padre Fernando Tapia, postulador de su causa quién contó anécdotas y vivencias junto al padre Alvear. También, pudieron escuchar a María Olivia Videla, quien siendo muy joven compartió y conoció de su trabajo con las comunidades y su gusto por la oración. Este estilo de vivir la fe, marcaron su vida y la ruta que ha llevado como consagrada. Ambos siguen realizando su labor en la Zona Oeste y desde la Fundación siguen transmitiendo su legado.

Tras la exhibición del documental el padre Héctor Gallardo presentó un material para ser utilizado en las reuniones de comunidad. "Esto tiene la misión de acercar a las comunidades el testimonio audiovisual de la vida de monseñor Enrique Alvear, de ayudar a profundizar su legado y la experiencia comunitaria de su testimonio en nuestro tiempo", dice Patricia Catalán, secretaria pastoral de la Vicaría Zona Oeste. Es una invitación a reflexionar, a seguir evangelizando con el sello de don Enrique, agrega.

Este material está compuesto de 6 fichas. La primera habla del trabajo en torno a su persona (testimonio de un pastor cercano y comprometido con las necesidades de su tiempo). La segunda habla de la misión de la Iglesia de ayer y hoy. La tercera muestra a Don Enrique como un hombre eucarístico que entendió que el encuentro íntimo con Jesús debe llevarnos a los demás. Una cuarta ficha habla de la solidaridad y la evangelización en medio de los pobres y de los que sufren. La quinta está dirigida a los jóvenes y es una invitación vocacional del seguimiento de Jesús. Y la última va dirigida a niños y niñas para que les ayude a descubrir quién era este hombre que amaba a Jesús.

Los desafíos ahora son seguir comunicando quién fue don Enrique Alvear y así aportar a su Causa. "Después de fallecido nos sigue animando y evangelizando hoy", dice Patricia Catalán. Y agrega, "su mensaje y la manera de vivir en medio de la gente sigue estando planamente vigente y es un ejemplo que nos debe mover como Iglesia. No solo a los pastores sino, a todos que en comunidad queremos seguir buscando al Señor".