Miércoles 3 de julio de 2019
“El colegio tiene que enseñar a vivir”
Así fue el llamado que monseñor Celestino Aós hizo en la misa de acción de gracias a la comunidad del Colegio Sagrados Corazones de Alameda, que celebró 170 años.
Fotos: Omar González
Periodista: Marcela Maldonado
Con alegría y gratitud llegaron la tarde del viernes 28 de junio hasta la Catedral de Santiago padres, alumnos, ex alumnos, docentes, trabajadores y autoridades a encomendarse al Sagrado Corazón de Jesús por el futuro del colegio. "Enseñen a sus niños que la vida es hermosa", les dijo monseñor Aós.
Luego, le habló a cada uno. A los apoderados los instó a que "deben enseñar a sus hijos, que la vida es un don que Dios les ha dado a través de ellos, que la vida es hermosa y vale la pena vivirla". A los profesores que educar es un regalo y que "no se puede educar silenciando la historia, pero tampoco se puede educar para el pasado". Y, a la comunidad, que "el colegio es para ayudar a las familias y a los niños, que son los primeros protagonistas, en su desarrollo como personas. El colegio tiene que enseñar a vivir".
Estas palabras los animaron a continuar con el espíritu que los representa como comunidad y a mantener el compromiso de quienes ya pasaron por el colegio y de los que hoy continúan con la misión de educar y de formarse.
Fernando Fuentes, ex alumno de la generación 1978 señaló que "la ceremonia ha sido muy bonita, cargada de simbolismos, uno tiene recuerdos, se me vienen a la mente muchas cosas bonitas del colegio, la mística no se ha perdido, está vigente y va a perdurar por mucho tiempo".
Por su parte, Danitza Gómez, alumna de cuarto medio, que entró en kínder al colegio, ha sido muy especial participar de la misa "estar con toda la comunidad escolar es maravilloso, me gustaría que para el futuro siguiéramos tan unidos, siguiéramos escribiendo la historia de este colegio y se siga incentivando el amor de los niños al colegio".
Actualmente, la comunidad de los Sagrados Corazones de Alameda está formada por 1.965 alumnos y más de 200 colaboradores. Ellos durante todo el mes de junio participaron de distintas actividades para conmemorar sus 170 años de vida.
Marcelo Mackenney, rector, sólo tuvo palabras de agradecimiento. "Celebramos 170 años de historia en el corazón de nuestra Iglesia, dando gracias a Dios por haber recibido tanto bien en el ejercicio de una misión evangélica, que siempre ha pretendido ofrecer una formación cristiana e integral, abierta al mundo para su mayor servicio. Los invitamos a sentirnos hermanos y hermanas valorando y agradeciendo la historia común, el valor de cada persona y comunidad".