Martes 16 de marzo de 2021
Conmemoración de la pascua del padre Mariano Puga
Diversas comunidades cristianas recordaron el legado de Mariano Puga a un año de su muerte. Destacaron las enseñanzas evangélicas que les dejó con su ejemplo de vida y en especial durante sus últimos cinco años, que dedicó con entusiasmo y entrega a la comunidad "Cristo Liberador" de Villa Francia.
Fotos: Jorge Salomón
Periodista: Paula Ampuero
La celebración de este viernes 12 de marzo, a las 19:00 horas, se realizó en la Capilla Cristo Liberador de Villa Francia. Respentando las medidas sanitaria svigentes, el altar se instaló en la ex calle Las Estepas que estaba estrenando su nuevo nombre: Cura Obrero Mariano Puga. Hasta ese lugar llegaron miembros de las comunidades eclesiales de base que trajeron ante la asamblea objetos significativos para el sacerdote, como sus chalas y gorro chilote.
“Lo recordamos con alegría, entusiasmo y con mucho cariño (…) Hoy él está aquí en medio de nosotros, con nosotros. Queremos hacer presencia de Mariano”, dijo la guía de la eucaristía. Para ello trajeron una cruz; sus chalas, “con las que recorrió muchos lugares”; su gorro chilote, que según la guía “a pesar que hicieran 33 grados de calor, siempre lo traía puesto”. Además, ante el altar dejaron una foto con los detenidos desaparecidos de Villa Francia.
El padre Juan Barraza de Caldera, discípulo y amigo de Mariano, vino especialmente para la misa, y dijo a los presentes: “Queremos hacer memoria del resucitado Mariano. Entonces, estamos haciendo memoria del que se encontró con Jesús y nos dejó una tremenda herencia, esa que es su espiritualidad, esa manera de vivir a Jesús”.
La misa tuvo varios signos, en el coro el padre Pablo Walker tocó el acordeón, junto a otras personas de la Villa Francia y de La Legua. El Evangelio fue proclamado por Carla Menares, manteniendo el sello que ha caracterizado a la comunidad fundada por el padre Mariano durante sus casi 40 años de existencia.
Los encargados de organizar la conmemoración, que duró toda la semana, y que tuvo como momento insigne la misa del viernes, fueron los 14 miembros del Consejo Pastoral de la Cristo Liberador.
María Angélica Ponce, parte de este consejo, contó los porqué de esta conmemoración: “Mariano estuvo con nosotros cinco años, fueron años muy intensos, en términos de vivir el Evangelio a concho, encarnado, ver a Jesús en el otro, no importa quien fuera. Mariano nos refrescó el Evangelio. Pensamos que teníamos que hacer la mejor memoria a un año de su partida y las comunidades de base que son las que organizan todo esto fueron proponiendo las distintas actividades”.
El padre Nicolás Viel, concelebrante, se refirió a su presencia en la misa: “Para mí es participar de una fiesta de la Iglesia, de toda la Iglesia chilena y latinoamericana y al mismo tiempo celebrar la pascua de Mariano, su resurrección, es celebrar la belleza de lo humano cuando es capaz de abrirse a la persona y al Evangelio de Jesús. Es celebrar como el amor es capaz de arriesgarse y jugarse la vida por las causas del Evangelio. Creo que eso para mí significa celebrar esta tarde la pascua de Mariano”.
Marta Acuña, también del consejo, explicó: “Con Mariano nos quedamos con este Cristo que dice que "tuve hambre y me diste de comer", este Mateo 25, que nos da cuenta de eso, esto es lo que más nos queda. Y lo hemos hecho carne en este año que Mariano no está, en haber participado en las comunidades, en participar de las ollas comunes, la amasandería popular que se armó, en las cajas solidarias, en todo lo que pudimos acompañar a este pueblo sufriente. Toda esta celebración tiene que ver con lo que aprendimos de este Mariano que nos hizo conocer a Jesús, que nace pobre y que es liberador y amigo”.
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