Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Domingo 8 de julio de 2018

Cerca de 500 jóvenes se gradúan tras preparación en la Academia de Líderes Católicos

El pensamiento cristiano se hizo sentir con fuerza este sábado en las dependencias de la Universidad San Sebastián, lugar hasta donde llegaron cientos de jóvenes de diferentes regiones del país para graduarse tras el proceso formativo cursado en la Academia de Líderes Católicos. En la oportunidad estuvo presente el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati quien compartió junto a los jóvenes y celebró la Eucaristía.

Fotos: Omar González

Periodista: Natalia Castro

En la ocasión también estuvieron presentes el Obispo de San Felipe, Cristián Contreras, el Obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, el Obispo de Villarrica, Francisco Javier Stegmeier, y presbíteros de Chile y Argentina y miembros del directorio de la academia, junto al Nuncio Ivo Scapolo.

Mensaje del Pastor

En su homilía el Arzobispo de Santiago felicitó a los jóvenes por el camino realizado y centró su mensaje en la vida profética que Dios nos ha regalado y en las dificultades que devienen de ella, destacando, “hay dos grandes temas que atraviesan la Liturgia de este domingo, el primero está referido a la profecía de nuestra vocación de profetas y el segundo tema nos da consuelo y esperanza porque habla del poder de Dios, que se enfrenta con la debilidad humana cuando se trata de anunciar la palabra de salvación”.

Junto a lo anterior, el pastor repasó la figura del profeta Exequiel y las dificultades que debió sortear. “Exequiel experimenta por un lado la belleza de la vocación profética, elegido por Dios para que la voz de Dios se pueda escuchar y pueda resonar en medio del pueblo, pero también rodeado de las dificultades que supone ser una voz de Dios y que en algunas ocasiones contrasta con lo que la naturaleza humana y la inteligencia de hombres y mujeres pretende ser voz definitiva", agregó.

Además, el pastor señaló “ la palabra de Dios y Dios mismo en la cultura de toda la gente, de todos los tiempos, se nos presenta como una palabra de vida, de salvación, lo que Dios quiere es que encontremos su amor y que acojamos el camino de plenitud de vida que él nos propone y sin embargo nosotros mismos experimentamos que no siempre somos dóciles a su palabra y que el profeta por excelencia, Jesucristo el Señor, muchas veces encuentra en nuestra propia vida, el obstáculo de la soberbia, de nuestro orgullo, que nos hace pensar que la salvación y el futuro de nuestra existencia lo fabricamos nosotros”.

Finalmente, el Arzobispo hizo un llamado a los jóvenes y los instó a seguir anunciando la palabra de Cristo con fuerza, “estamos llamados a ser profetas no del siglo antepasado, sino de este tiempo, en este tiempo cada uno de ustedes, bautizado, perteneciente al Pueblo Santo de Dios, está llamado a ser profeta, es decir un hombre y una mujer que con audacia, buscando ser coherente con lo que cree, está llamado a ser testigo de la verdad de Jesús, no es nuestra verdad, no es nuestra ciencia, el profeta siempre habla en lugar del Señor”.

La misa finalizó con un signo en el cual los jóvenes encendieron una vela, como sello de su compromiso con Dios y los valores cristianos.

 

La emoción de los graduados

Danae Sánchez, quien es de Chillán y como muchos otros jóvenes viajó especialmente para graduarse tras seis meses de intensa preparación, comentó, “para mí es muy importante porque se ve reflejado todo el esfuerzo que uno le ha puesto los sábados, levantarse temprano o dejar actividades de lado para asistir a la academia y sin duda, uno aprende mucho y hoy se ven reflejados los frutos”.

Pablo Vera, quien cursa segundo medio en la Escuela de Humanidades en Villarrica y quien también participó de la academia manifestó, “aprendí muchas cosas, pero lo que más me gustó es que aprendí a usar mejor las palabras, tener una mejor oratoria y eso es muy importante para cuando uno se inserta en el mundo laboral y quiere expresar sus ideas. Estoy muy emocionado porque fue un proceso largo y estuve esperando esto mucho tiempo”.

Juan Antonio Rosas, director de la Academia de Líderes Católicos manifestó su agradecimiento a las universidades e instituciones de educación superior que colaboran con este proyecto y destacó el esfuerzo de los jóvenes que participaron en el proceso formativo de este primer semestre: “El mundo en el que nos toca vivir es un mundo de cambios, y como cambio de época, hay desafíos, crisis y oportunidades y es esta generación, la de ustedes, la generación puente, la generación que va a transitar de un mundo que nos toca vivir con muchas contradicciones y problemas, pero que va a llevar a nuestra sociedad, a nuestro mundo, al sueño que queremos como Iglesia”, dijo.