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Jueves 25 de octubre de 2018
Una gran esperanza en Dios, que va venciendo el mal
En un encuentro con sacerdotes mayores en el hogar Santo Cura de Ars, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, expresó su confianza en que Dios sacará el mal de “graves y vergonzosos” abusos, y que con la gracia divina conoceremos tiempos mejores.
Fotos: Nibaldo Pérez
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/
Así lo expresó el pastor este martes, al reunirse con sacerdotes mayores, en gran parte hospedados en ese hogar aledaño a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Providencia, donde viven 26 sacerdotes y obispos eméritos ancianos o enfermos.
Después de una oración, el cardenal les informó de los últimos hechos relevantes para la arquidiócesis, como el Sínodo de Obispos sobre los jóvenes en Roma, en el que participa monseñor Cristián Roncagliolo, Obispo Auxiliar de Santiago. Destacó la importancia del acompañamiento pastoral a los jóvenes, especialmente de cara a la realidad actual de un cambio cultural, que implica un desafío para la evangelización. Desafíos, expresó, que tienen que ver con la desestructuración de la familia y la ideología de género, entre otros aspectos. "Sin duda alguna, los jóvenes son un gran desafío para la sociedad y también para la Iglesia. La Evangelización es siempre un diálogo entre el Señor y la vida concreta de las personas. Nosotros somos mediación de ese diálogo", dijo.
Otro tema del cual conversó con los sacerdotes mayores fue el del plan pastoral en la arquidiócesis, que debe cubrir todas las necesidades de la Iglesia local, centrada en ser testigos de Jesucristo, desde una perspectiva sinodal, comunitaria y participativa. Este plan pastoral, precisó, está fundamentado en el Concilio Vaticano II, que pone en el centro el Reino de Dios con el ministerio de la Palabra, la Comunión, la celebración de la Liturgia y el ejercicio de la Solidaridad.
Por último, el cardenal Ricardo Ezzati compartió con los presbíteros del hogar aspectos de la realidad actual relacionada con los procesos canónicos y civiles por abusos sexuales, de poder y de conciencia, que calificó como "graves y vergonzosos".
Señaló el arzobispo que es reconocido en la Iglesia Universal que "el poder, el dinero y el desorden afectivo son temas que van siempre muy unidos". Pero, enfatizó, "hay una gran esperanza. El Señor siempre en su providencia va venciendo el mal, sacando el mal, aunque nos produzca dolor, confusión, vergüenza. Yo estoy convencido que estamos viviendo una de esas etapas en que, con la gracia de Dios, podemos esperar tiempos de verdad mejores, de mayor fidelidad nuestra, de pastores, de mayor adhesión del Pueblo Santo de Dios. Porque todo esto -hay que decirlo- le ha hecho un daño muy grande al Pueblo de Dios".
Terminado este encuentro, todos los presentes celebraron la misa que presidió el cardenal Ezzati, en cuya homilía expresó: "Sientan el cariñó y la cercanía de sus hermanos sacerdotes y de la Iglesia en Santiago. Que el estilo de vida que llevan adelante sea un signo de esperanza para todos los hermanos de la arquidiócesis".
Después de una oración, el cardenal les informó de los últimos hechos relevantes para la arquidiócesis, como el Sínodo de Obispos sobre los jóvenes en Roma, en el que participa monseñor Cristián Roncagliolo, Obispo Auxiliar de Santiago. Destacó la importancia del acompañamiento pastoral a los jóvenes, especialmente de cara a la realidad actual de un cambio cultural, que implica un desafío para la evangelización. Desafíos, expresó, que tienen que ver con la desestructuración de la familia y la ideología de género, entre otros aspectos. "Sin duda alguna, los jóvenes son un gran desafío para la sociedad y también para la Iglesia. La Evangelización es siempre un diálogo entre el Señor y la vida concreta de las personas. Nosotros somos mediación de ese diálogo", dijo.
Otro tema del cual conversó con los sacerdotes mayores fue el del plan pastoral en la arquidiócesis, que debe cubrir todas las necesidades de la Iglesia local, centrada en ser testigos de Jesucristo, desde una perspectiva sinodal, comunitaria y participativa. Este plan pastoral, precisó, está fundamentado en el Concilio Vaticano II, que pone en el centro el Reino de Dios con el ministerio de la Palabra, la Comunión, la celebración de la Liturgia y el ejercicio de la Solidaridad.
Por último, el cardenal Ricardo Ezzati compartió con los presbíteros del hogar aspectos de la realidad actual relacionada con los procesos canónicos y civiles por abusos sexuales, de poder y de conciencia, que calificó como "graves y vergonzosos".
Señaló el arzobispo que es reconocido en la Iglesia Universal que "el poder, el dinero y el desorden afectivo son temas que van siempre muy unidos". Pero, enfatizó, "hay una gran esperanza. El Señor siempre en su providencia va venciendo el mal, sacando el mal, aunque nos produzca dolor, confusión, vergüenza. Yo estoy convencido que estamos viviendo una de esas etapas en que, con la gracia de Dios, podemos esperar tiempos de verdad mejores, de mayor fidelidad nuestra, de pastores, de mayor adhesión del Pueblo Santo de Dios. Porque todo esto -hay que decirlo- le ha hecho un daño muy grande al Pueblo de Dios".
Terminado este encuentro, todos los presentes celebraron la misa que presidió el cardenal Ezzati, en cuya homilía expresó: "Sientan el cariñó y la cercanía de sus hermanos sacerdotes y de la Iglesia en Santiago. Que el estilo de vida que llevan adelante sea un signo de esperanza para todos los hermanos de la arquidiócesis".