Misa a la Chilena para despedir a Vicente Bianchi

La eucaristía fue presidida por el Obispo emérito de Temuco, monseñor Manuel Camilo Vial, y la homilía estuvo a cargo del canónigo de la catedral, padre Bernardo Herrera. Al oficio religioso asistieron los familiares, parientes y amigos del músico; la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés; el panista nacional Roberto Bravo y fieles en general, admiradores anónimos del compositor, que terminaron por llenar el templo.

La liturgia fue acompañada por 80 voces, provenientes de los coros Vicente Bianchi y Alejandro Bianchi, que interpretaron todos los temas de la Misa a la Chilena, que compusiera el galardonado artista. También durante la misa una delegación del Bafona interpretó "De la vida a la luz", una pieza creada por el fallecido maestro.

En la homilía, el padre Bernardo Herrera expresó: "Lo primero que se me viene a la mente es agradecerle al Señor por tantos motivos. Ente ellos, haber compartido durante muchos años con don Vicente Bianchi". Repasó algunos de esos momentos compartidos con el músico y destacó que "para esta iglesia catedral don Vicente Bianchi ha sido una figura muy relevante". El canónigo de la catedral resaltó también el valor que tiene para la Iglesia el don de la música, "es una de las expresiones más claras de la presencia de Dios, porque Dios es bello, es hermoso".

Luego, refiriéndose al momento presente de las exequias del maestro Bianchi, el padre Herrera afirmó que "una persona que tiene fe no puede olvidarse de que no nació para morir sino para vivir. Cuando una mamá engendra un hijo no lo engendra para que se le muera, sino para que viva. Y Dios lo que quiere es tu vida. Lo dice Jesucristo: 'Yo soy la resurrección y la vida'. Don Vicente Bianchi esto lo tenía clarísimo (...) Confiamos plenamente que estará ya gozando de la presencia de Dios".

Al término de la eucaristía se sucedieron músicos que presentaron diversas obras de Vicente Bianchi, como la Orquesta de Cámara de Chile, dirigida por Guillermo Rifo, que interpretó "Momento Andino", y la cantante lírica Verónica Villarroel, que cantó "Amanecer" y "Poema 15" de Pablo Neruda, musicalizado por Bianchi.

Después de un responso, la urna fue trasladada por familiares hasta la salida de la catedral, trayecto que fue acompañado por aplausos, como es tradición en estas despedidas de un artista, y con el canto de la cueca final, "Aleluia", de la Misa a la Chilena. Afuera del templo, folcloristas interpretaron diversas tonadas compuestas por Vicente Bianchi, cuyos restos fueron sepultados posteriormente en el Mausoleo Italiano del Cementerio General, tras recibir previamente el homenaje de las floristas de las pérgolas en Avenida La Paz.