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Domingo 14 de mayo de 2017

En el Día de la Madre, Arzobispo de Santiago bendice maternidad del Hospital Luis Tisné

En el marco del Día de la Madre, este domingo 14 de mayo la maternidad del Hospital Luis Tisné en Peñalolén, recibió la vista del Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati junto a los delegados para la Pastoral Familiar, José Manuel Borgoño, Mónica Undurraga y el encargado de la pastoral hospitalaria, Manuel Hervias.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Natalia Castro

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

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En la oportunidad, el pastor recorrió las habitaciones para compartir con las madres que se encuentran internadas a raíz de embarazos complejos y aquellas que habían dado a luz recientemente, felicitándolas, entregando una bendición y una medalla de San Benito, junto a un presente para sus hijos.

Johanna Ortiz quien recibió la bendición de Arzobispo señaló “fue una casualidad que mi hijo haya nacido justo en el Día de la Madre, pues me faltaban tres semanas aún para tenerlo y ayer estaba de compras y quiso nacer, así que nos vinimos de inmediato al hospital y más encima hoy vino el Arzobispo y nos entregó una bendición para que los niños crezcan sanos. Esta es una linda experiencia y una gran tarea nos dijo”.

Al respecto, el pastor señaló “el signo que entrega nuestra Iglesia es muy real, porque trajimos la bendición del Señor a estas madres, a la vida naciente y también es un signo para agradecer el regalo del amor que son los hijos, futuro del país y de la misma Iglesia. Queremos decir a través de este gesto un sí a la vida bien atendida y que el hijo es un don y es hermoso vivir en la familia y hacer crecer ese don y aún más importante que esa vida sea acompañada por el don de un amor renovado”.

En tanto, Mónica Undurraga, delegada para la Pastoral Familiar quien también acompañó al Arzobispo en su visita señaló “el diseño de Dios para la mujer como dadora de vida, va más allá de sus habilidades físicas, como la de gestar, que es parte integral de su naturaleza, esta habilidad impregna todas las áreas de su vida. De esta manera ella, con ese amor propio de la maternidad es capaz de proteger, cuidar, defender, comprender, contener, acompañar, aconsejar; no solo al hijo de sus entrañas, sino que a todo cuanto le rodea”.