Sábado 4 de junio de 2022
La Zona Centro canta al Espíritu al discernir su camino sinodal
Una vibrante jornada se vivió este sábado, víspera de Pentecostés, en el Oratorio Don Bosco de la capital. Allí, cerca de un centenar de representantes de comunidades parroquiales dialogaron sobre los aportes al borrador del documento presinodal que los fieles de la Arquidiócesis realizaron en conjunto durante este día. Estuvo presente el Vicario General, obispo Alberto Lorenzelli, quien participó junto a los fieles, como uno más, en uno de los grupos de reflexión.
Fotos: Omar González
Ferviente se oyó la invocación al Espíritu Santo en el Oratorio Don Bosco, para que el Espíritu Santo ilumine y guíe a las comunidades de la Zona Centro en el camino sinodal. Este crucial proceso de escucha y discernimiento vivió una importante jornada este sábado 4 de junio de 2022, en la que cerca de un centenar de representantes de comunidades se reunieron para entregar sus aportes al documento presinodal, conversado este mismo día en toda la Arquidiócesis de Santiago.
En este recinto, los participantes oraron y cantaron mientras realizaban el discernimiento de sus aportaciones al borrador del texto. Estos, junto a los de las distintas zonas, se enviarán a mediados de junio a la Conferencia Episcopal, que en el mes de agosto elaborará el documento que se enviará a la Iglesia latinoamericana, en la perspectiva del Sínodo que se realizará en Roma en 2023.
"NOS SENTIMOS UNIDOS POR LA VOCACIÓN"
"Estando en la Vigilia de Pentecostés, qué hermoso que toda nuestra Iglesia de Santiago esté reunida en las varias zonas para invocar el don del Espíritu y descubrir la voluntad de Dios para el camino de nuestra Iglesia", celebró monseñor Alberto Lorenzelli, Vicario General, quien estuvo presente en la reunión de la Zona Centro.
"Todos nos sentimos unidos por la vocación y el don de la fe que Dios nos ha dado, para ir construyendo así, pedazo a pedazo, ladrillo por ladrillo, esta Iglesia espiritual que en el fondo tiene que llegar al corazón de todos", añadió.
Monseñsor Lorenzelli puso énfasis también en la esperanza "que nos permita nuevamente recuperar a aquellos que por nuestras conductas, por nuestras actitudes, por nuestros juegos de poder, hemos alejado de nuestra Iglesia".
"Que el don del Espíritu nos llene los corazones para que podamos llegar más a todos y hacer una Iglesia que acoge y llena de alegría y esperanza el corazón", enfatizó.
"Por eso nos sentimos unidos a todas las zonas y queremos pedir sobre todo al Espíritu el don de la Sabiduría, que no es solo de conocimientos, sino de saber interpretar y discenir cuál es la voluntad de Dios que tiene sobre cada uno de nosotros, nuestras comunidades y nuestra Iglesia de Santiago", añadió.
"NO ES UN COMIENZO DESDE CERO"
En el inicio de la reunión, el Vicario de la Zona Centro, padre Francisco Llanca, guió a los participantes en la cita en el sentido de orar por los dones que cada uno considera más importantes en el camino sinodal, con el fin de buscar "caminos de discernimiento, renvación y conversión". A continuación, los participantes depositaron pequeños trozos de papel con forma de llama —reminiscencia de la fiesta de Pentecostés que se celebra este fin de semana— con el don elegido por cada cual.
Más tarde, el Secretario Pastoral de la Vicaría para la Pastoral, Juan Carlos Astudillo, y el Secretario Pastoral de la Zona Centro, Gabriel Rogers, entregaron orientaciones a los representantes de las comunidades parroquiales para la discusión de los aportes al documento presinodal.
"Hay que recordar que en este camino no estamos partiendo de cero. Es parte de un proceso que estamos realizando hace ya tiempo", recordó Juan Carlos Astudillo. "El informe recoge lo que las comunidades han realizado hasta ahora, todo lo que hemos hecho y reflexionado desde el año 2018 hasta ahora"., explicó.
En este plano, recordó que la Carta Pastoral entregada en marzo de este año por el Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, puso foco en las tres prioridades —centralidad en Jesucristo y urgencia de cambios; laicos, corresponsabilidad y el rol de los jóvenes, y los jóvenes— que previamente habían sido escogidas por las asambleas diocesanas.
"Eso tiene un valor tremendo. Don Celestino, en su carta 'Tiempo de sinodalidad, tiempo de alegría', nos impulsa a vivir esas prioridades que nosotros mismos hemos discernido, en conjunto como Pueblo de Dios que camina en esta Iglesia de Santiago", resaltó Astudillo.
Gabriel Rogers, en tanto, destacó que un aspecto central en el proceso "no es llenar más papeles ni redactar más documentos: esencialmente, lo más fundamental es tener presente que el camino sinodal es algo que se recorre. Salgamos de la palabra y recurramos a nuestra experiencia".
"El camino sinoodal nos invita a caminar con nuestros hermanos", agregó.
EL OBISPO, COMO UNO MÁS
Luego, los participantes en la asamblea se dividieron en ocho grupos para dialogar sobre los aportes que se entregarán al borrador del documento presinodal. El obispo Lorenzelli se unió, como uno mas, al trabajo de reflexión de uno de los grupos.
Al finalizar el diálogo, los participantes celebraron la oportunidad para apreciar la diversidad que existe en la Zona Centro y la escucha respetuosa que se vivió en la jornada. A continuación, dispusieron en un gran cartel papeles de distintos colores en los que expresaban los elementos que consideran necesario incluir para complementar el texto que se está preparando para el Sínodo.
Aspectos como la participación, la corresponsabilidad, la transparencia y el cuidado formaron parte de las propuestas que ahora se sistematizarán mediante el trabajo de los integrantes de la Vicaría para la Pastoral.
TESTIMONIOS DE LOS PARTICIPANTES Y SUS DONES
Tras la reunión, para Luciano Alvarado, de 22 años e integrante de la parroquia Santa Sofía, "la asamblea fue buena y muy participativa, ya que como estamos viendo el tema del Sínodo, pudimos enfocarnos en los tres puntos que están en la Carta de don Celestino. Hubo un muy buen cambio de puntos de vista con la gente de otras parroquias".
Luciano eligió como don el "Temor de Dios", porque necesitamos recordar "que Dios siempre está dentro de todos". Al mismo tiempo, considera que el aporte más importante de la Zona Centro al documento presinodal es dar relevancia "a los jóvenes y las mujeres en la Iglesia, en la cotidianeidad".
En tanto, Valeska Alveal, de Espiritualidad Franciscana y quien presta servicio en la Capilla San Lucas como visitadora de enfermos, eligió el don del Entendimiento, "porque necesito entender las cosas de Jesús para poder así entender la vida en general, poder relacionarme mejor con la comunidad e ir reflexionando en mi hacer".
Como uno de los puntos más importantes para incorporar en el documento presinodal, eligió la necesidad de fomentar la integración de las personas, "en el sentido de respetarse y valorarse cada uno con las riquezas y los diferentes puntos de vista, porque lo que nos une es el Amor de Jesús".
Y, al mismo tiempo, dijo que se lleva a su comunidad "que el Papa tiene la sabiduría para habernos llamado a hacer este Sínodo, que era necesario, y que también es necesario dar una mirada y fortalecer la creencia en el Espíritu Santo. Estamos todos en un cambio, y esto nos hace reconocer todas las realidades".
Víctor Cofré, de la parroquia Andacollo y la Escuela del Diaconado Permanente, seleccionó el don de Sabiduría, Entendimiento y Consejo, "porque creo que en estos momentos es lo que necesitamos para poder acompañar a nuestra comunidad y a nosotros mismos con el Espíritu para poder entregar lo mejor de cada uno".
Víctor también cree que en el documento tiene que estar presente "el fomento del acompañar, dentro de la corresponsabilidad. Nuestras comunidades tienen muchos adultos mayores, y somos nosostros el instrumento para poder acompañarlos". Y lleva a su comunidad "aprender la escucha y aprender a discernir en conjunto y en comunidad".
Carlos Huerta vivió una situación especial durante el encuentro. Debido a sus capacidades especiales —tiene diplejia espástica— una falla en el ascensor del recinto le impidió subir al tercer piso del edificio donde se encuentra el Oratorio. Entonces, su grupo de reflexión decidió bajar al primer piso para que pudiera integrarse sin problemas al discernimiento.
"Lo más importante es que tenemos que unir a la Iglesia. Trabajar todos en un mismo sentido", afirmó el joven, a quien su permanencia en una silla de ruedas no le impidió tener un rol activo en la asamblea, como colaborador en la organización y como parte del diálogo de discernimiento.
Lee el discurso del obispo Alberto Lorenzelli aquí