Extraordinarios: Gerardo Sanz Mardones

“En invierno, verano, feriado e incluso casi en toda la pandemia, Manos Abiertas no ha dejado de estar con las personas en situación de calle. Como grupo, somos parte de la pastoral social de la parroquia Santa Bernardita y nuestra tarea fundamental es entregar un plato de comida y acompañamiento a quienes más lo necesitan. Tenemos dos secciones, mi grupo va los martes y otros, van los jueves. A mí me toca ir a la Posta Central y a La Vega. De los recorridos en pandemia lo que más impresiona es cómo ha crecido la cantidad de gente que no tiene qué comer. Para mí los martes son sagrados, me levanto temprano, me voy al colegio Regina Pacis que nos presta sus instalaciones, cocino y luego salimos a repartir. En los lugares hacemos oración y la gente respeta, se nota, porque se sacan sus gorros. Pero la necesidad es mucha y frustra no poder ayudar más. Ahora estamos en vías de hacer una fundación, para poder tenerles una casa de acogida e instancias de rehabilitación que es su principal necesidad. Cuando me preguntan sobre mi labor, pienso que ojalá no existiera ni en Chile, ni en el mundo alguna persona que deba vivir en la calle, pero mientras la haya, yo no voy a dejar de salir a su encuentro. Esta tarea es un regalo que Dios me mandó”. 

Para donar a Manos Abiertas, participar o aportar en su camino a ser fundación escriban a sanzger@gmail.com

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