Semana Teológico Pastoral: el servicio y el gozo de ser Pueblo de Dios

Monseñor Aós pidió luego a los presentes que se junten un momento de a dos para señalar tres ministerios nuevos que propondrían hoy para la Iglesia en Santiago. Entre las propuestas, aparecieron crear servicios pastorales para la mujer, el adulto mayor, de prevención de abusos, de acogida y de migrantes.

El obispo comenzó su intervención recalcando que "Jesucristo es el gran servidor, el ministro por excelencia", y citó textos de los evangelios y de las cartas de san Pablo para reafirmar el espíritu de servicio que debe animar la vida cristiana, como estas frases de Jesucristo: "Si alguien quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos" (Mc 9,35). "El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos". Agregó que la señal de los cristianos es amar a todos, incluso, parafraseando a Jesús, "a los que hablen mal de ustedes, perdonen a quien les ofendió, oren por sus enemigos. Lo demás sirve de poco o de nada".

Los ministerios en la Iglesia no son un premio

Luego, señaló que la Iglesia es "una comunidad de servidores", como lo vivieron los apóstoles, que asumieron diversas tareas. "Todos somos actores en la Iglesia. No hay nadie pasivo, espectador o mero receptor. Todos los cristianos estamos llamados a aportar nuestros talentos, a desempeñar algún ministerio en la Iglesia", un servicio abierto a la evangelización, dijo el obispo.

Añadió que "los ministerios, incluido la jerarquía, se han de entender dentro de la comunidad, para el servicio de la comunidad, en diálogo, coordinación y corresponsabilidad con todos los miembros de ella". También reconoció que hay menos sacerdotes y son cada vez mayores, y que, además, crece la valoración de lo laical, pero, advirtió, "pobres de nosotros si tratáramos de clericalizar a los laicos. No se trata de clericalizarlos, ni se trata de dar premios o privilegios. No se puede dar un ministerio como un premio; los ministerios no son un premio ni un ascenso para nadie, no es darles más poder, es un servicio", enfatizó.

Más adelante, monseñor Aós indicó que "el servir es la auténtica vocación de todo cristiano, salir de sí, tender al bien de los otros, no hacer daño", y que "nuestro ministerio episcopal y sacerdotal tiene que ser un servicio a la comunidad, no es la comunidad la que tiene que estar al servicio de nosotros, sino al revés, uno está para entregar su vida, como Jesús, a la comunidad y a los de fuera de la comunidad".

No somos dueños de la salvación

La segunda exposición de este día estuvo a cargo del padre Eduardo Pérez - Cotapos SSCC, cuyo tema fue "El gusto de ser Pueblo de Dios, enfoque bíblico teológico". Su intervención fue un reflexionar sobre la realidad actual de la Iglesia, con sus luces y sombras haciéndolo desde la categoría del Pueblo de Dios y de la experiencia del gozo de ser parte de este pueblo.

Señaló el religioso que "la Iglesia no posee la exclusividad de la salvación, no somos dueños de ella, la salvación es de Dios, no es de la Iglesia", y que "necesitamos considerar como compañeros de camino a muchos no creyentes, que nos pueden ayudar con su palabra, con su ejemplo y con su cuestionamiento".

Después, el padre Eduardo, entre las características del nuevo Pueblo de Dios, según Lumen Gentio, destacó que tiene por cabeza a Cristo; es un pueblo con dignidad y libertad y que tiene por ley el nuevo mandato de amar. Agregó que la Iglesia es un pueblo que peregrina y que perdería su sentido si se transforma en una comunidad sedentaria.

La Semana Teológico Pastoral está destinada en las mañanas a los sacerdotes y diáconos y en las tardes a los agentes pastorales laicos. Las intervenciones de este martes 24 están dedicadas al tema de la escucha.

Mira algunas de las presentaciones: