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Lunes 7 de diciembre de 2020

Asamblea Zona Oriente renueva su servicio a la comunidad

La Vicaría de la Zona Oriente se reunió en una nueva asamblea zonal, donde el espíritu de colaboración y fraternidad durante este tiempo de pandemia, fue el tema central para enriquecer y aportar al trabajo de las comunidades.

Por: Vanessa Yegres

La actividad online se llevó a cabo el sábado 5 de diciembre, entre las 10:00 y 11:30 horas. Posterior a la oración inicial, el padre Jorge Merino, Vicario de la Zona Oriente, inició su exposición, destacando el sentido de esperanza que la fraternidad ha traído en este tiempo. 

La idea del encuentro, puntualizó Merino, es reflexionar y discernir acerca del 2020. “Este ha sido un año diferente a todos, y quisiéramos, como zona, poder meditar sobre lo que hemos vivido”. Durante el encuentro, participaron más de 100 personas de manera online.

Merino reflexionó en torno a las dificultades que han afrontado las familias; desde el desempleo, la  salud, hasta los problemas económicos y efectos psicológicos que ha tenido la pandemia en todas las personas.

“Esto nos motivó como Iglesia y nos dio la oportunidad de volver a las cosas más propias nuestras: volver a la preocupación por los más necesitados, vivir más puramente el Evangelio”. 

Destacó también los esfuerzos locales solidarios, como las ollas comunes, las cajas de alimentos, retiros y misas online, iniciativas posibles gracias a las comunidades fraternales católicas de la Zona Oriente. 

Para profundizar estas reflexiones, el padre Álvaro Tamblay, la hermana Rebeca Lara y la señora Marina Huenchuñir ofrecieron su testimonio desde perspectivas de asistencia espiritual, humanitaria y alimentaria, respectivamente. 

Asistencia espiritual

La hermana Rebeca Lara, de la Congregación de las Hermanas Misioneras Redentoristas, partió con las exposiciones. El punto fuerte de su testimonio, fue la vida consagrada pero, sobre todo, la vida en comunidad donde presta servicios.

Este tiempo, narró Lara, ha sido diferente e inesperado. “Nunca pensamos que podríamos vivir algo similar”, dijo, respecto a la pandemia por la COVID-19. De igual forma, señaló que la tecnología ha sido una herramienta valiosa para mantener a las comunidades cercanas y que debemos tener disposición a “aprender y enseñar, para mantenernos conectados como comunidades, al servicio de los más necesitados, incluso cuando sea difícil”.

Servicio pastoral
El padre Álvaro Tamblay, dio un testimonio desde el servicio pastoral a los enfermos, especialmente los infectados con coronavirus. “Hay grandes ansias de fe entre todos, especialmente aquellos que sufren de enfermedades”, dijo. Estas demostraciones de fe han interpelado no solo a religiosos sino a laicos por igual, destacó. 

Ayuda fraternal

Finalmente, Marina Huenchuñir de la Parroquia San Roque, quien durante el tiempo de cuarentena hizo labor de voluntariado en comedores, ollas comunes y apoyo fraternal. Huenchuñir comentó que empezaron con nada, “solo con las ganas”, cuando su comunidad se propuso prestar ayuda solidaria. 

“Fue una labor maravillosa, siempre estuvimos unidos. La ayuda no paró de llegar, una vez que partimos y siempre hay manos amigas que suman”, expresó.

Iglesia Samaritana

En el segundo momento del encuentro zonal, la Vicaría eligió la línea pastoral: “Iglesia Samaritana, Pueblo de Dios que discierne y fortalece su vida comunitaria y renueva su servicio y opción preferencial por los pobres, en los rostros concretos de hoy”. 

Con este enunciado, la actividad tomó un tinte dinámico, separando a los asistentes por grupos para reflexionar al respecto, planteando acciones concretas para el 2021, que fueron expuestas ante todos. 

Este, notó el padre Merino, es un primer paso que no busca quedarse solo en la reflexión. Debe servir  como base para proyectar los cambios del 2021. “No sabemos cómo será”, dijo, “ni qué entendemos por normalidad, pero queremos proyectarnos como Iglesia al 2021”. 

La Vicaría Oriente comprende las comunas de La Florida, Macul, Peñalolén y Ñuñoa. Está compuesta por 26 parroquias y 87 capillas que se reparten entre los cinco decanatos: Ñuñoa-Grecia, Macul, Peñalolén, La Florida Oriente y La Florida Poniente.