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Lunes 13 de mayo de 2019

La vida comunitaria en la Iglesia marcó asamblea de la Zona Oeste

Representantes de las 40 parroquias de la Zona Oeste se congregaron para profundizar en la acentuación pastoral: Iglesia Pueblo de Dios que discierne y fortalece su vida comunitaria.

Periodista: Marcela Maldonado

El testimonio de la misionera Katie Van Cauwelaert sobre hacer comunidad fue escuchado atentamente por la asamblea. La religiosa belga compartió su experiencia de Iglesia desde que llegó a Chile en 1986 y fue  acogida por la comunidad "Jesús Vida Nueva". Al respecto destacó el esfuerzo por tratar de hacer carne lo que los obispos latinoamericanos pedían y la realización del IX Sínodo de Santiago, “un proceso de tres años donde todas las personas que quisieran podían participar mirando la realidad, escuchando a Jesús  y formular propuestas, una experiencia de comunión y participación que nos marcó”, dijo la religiosa.

“La vida comunitaria depende de todos nosotros”, dijo la misionera. “Es demasiado importante tomar en serio lo que todos los participantes dicen, porque el Espíritu, sin excepción, habla a todos”.  

La religiosa ahondó en los medios que son  importantes para la vida comunitaria, el primero, señaló es hacer asamblea. “Encontrarnos, saludarnos, detenernos, escucharnos acerca de cómo estamos, de lo que nos pasa a nosotros y alrededor, escuchar el espíritu que sopla donde quiere, compartir lo que la palabra hace comprender”. Luego, añadió “hacer esfuerzos para corresponder al espíritu y decidir en  consenso que podemos poner en práctica de la palabra de Jesús aquí hoy”.

“Reunirnos como discípulos de Jesús es hacer asamblea. Ser iglesia sinodal es caminar juntos siempre”, dijo en su testimonio.  

Las palabras de la hermana Van Cauwelaert fueron acogidas por agentes pastorales de las distintas parroquias de la zona, lo que motivó un segundo momento de reflexión grupal.

Edith Araos, de la parroquia Jesús de Nazareth, valoró lo escuchado como inspiración para su propia comunidad “tenemos una comunidad de 19 años entonces a veces hay situaciones que no sabes resolver, desafíos, dificultades. Como parroquia hemos tenido lamentablemente muchas experiencias dolorosas, nos cuesta traer a los feligreses que se han ido, nos cuesta el 1% porque la gente no quiere saber nada de los católicos y en particular en nuestra parroquia se nos está siendo el trabajo mucho más duro, tenemos que estar reforzados por el Espíritu Santo para salir adelante”.