Acción de gracias por el trabajo del Obispo Galo Fernández en la Zona Oeste

Laicos de distintas comunidades, sacerdotes, consagradas y trabajadores de la vicaría zonal llegaron durante la tarde de este sábado a la parroquia San Luis Beltrán, ubicada en la comuna de Pudahuel, para participar de la eucaristía de acción de gracias. 

“Venimos a acompañar y agradecer por la pasada de Galo en la fundación y en la zona, por su compromiso, su transparencia y su alegría. Venimos a pedir a Dios que lo acompañe en esta tarea que se le viene que permita la transparencia y el apoyo para que la iglesia salga de esta crisis”, dijo Niniza Krstulovic, de la fundación Cerro Navia Joven.

Rosario Riquelme, de la capilla San Manuel de la Estrella, también tuvo palabras. “Lo venimos a despedir porque él hizo una muy linda labor en esta zona, esperamos que esto siga pasando en otra parte y lo que está sucediendo en nuestra Iglesia, que es muy doloroso para todos, pare de una vez por todas. La idea no es que la Iglesia o la fe se terminen”, dijo la fiel.  

El padre Julio Larrondo, párroco de San Luis Beltrán, al comienzo de la eucaristía tuvo palabras para el ahora ex vicario. “Es una despedida en la cual queremos agradecer durante este tiempo compartido en amistad, presencia y generosidad con cada una de nuestras comunidades. Rezaremos por él, en este nuevo destino que le han asignado y que el Señor le de sabiduría para saber responder en este tiempo que nos toca vivir. También darle la acogida a nuestro nuevo vicario, queremos acompañarlo y animarlo, decirle que cuente con nuestra oración, disponibilidad y servicio de nuestras comunidades, finalizó.

El Obispo Galo Fernández comenzó su homilía contando la importancia que tiene esta parroquia para él.  “Muy significativo es este templo donde está la tumba de Don Enrique Alvear, modelo de pastor pero también muy especial para mí porque aquí celebré mi primera misa cuando me ordené de cura”. Posteriormente agregó que “el Señor nos invita a confiar, a entregarnos entero, a dar sin medida y así siento que he vivido con alegría estos años en la Zona Oeste. El oficio de pastor es más bien elevar y valorar. Mi tarea principal era aplaudir a los que tanto hacen, esta misa también me ofrece la oportunidad de agradecer el compromiso y el testimonio de tantos. Agradecer la entrega de la oración de todos, sobre todo en este tiempo donde estamos tan cuestionados y puestos bajo sospecha. La Iglesia es experta en resurrección, así  es, la Iglesia ha tenido una y otra vez la herida de su fragilidad, de su propio pecado. Humanamente habría que decir que es inexplicable este misterio de la Iglesia pero tengo la certeza de que la crisis es un tiempo de crecimiento, este momento doloroso será también un tiempo de purificación y un momento para mostrar que quien multiplica el pan, es Jesús”, finalizó el ahora Administrador Apostólico de Talca.  

El nuevo vicario de la Zona, Padre Eduardo Howard, también tuvo palabras para agradecer. “Asumo esta tarea con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, que el Señor me regale esas características y otras más también tan necesarias para esta misión. Confío mucho en la oración de ustedes y con la colaboración de todos, podremos hacer que esta Iglesia sea resplandeciente y transfigurada, un faro de luz para esta comunidad que vive en la Zona Oeste”, finalizó.

Tras la eucaristía todos los asistentes se dirigieron a la entrada del templo, al mismo lugar donde el Papa Francisco rezó al iniciar su viaje a Chile. Ante la tumba de Don Enrique Alvear todos los presentes oraron por la Iglesia. Luego hubo un compartir fraterno en el salón parroquial.