Comenzó primer encuentro de espiritualidad en Vicaría Zona Norte

Este primer encuentro, contó con la ponencia del padre Raúl Rivera, director del Departamento de Espiritualidad del Arzobispado de Santiago, espacio en el que abordó el cómo se entiende la espiritualidad en tiempos de pandemia y de tribulaciones y cómo podemos motivar la espiritualidad en las comunidades y en las familias.

Para el padre Raúl Rivera, la importancia de la espiritualidad, “es que nos ayuda al encuentro con Dios, a desarrollar una vida interior con templanza, para enfrentar momentos difíciles”. Añade que ayuda además, en el diálogo con el otro, “para tener capacidad de comprenderlo, de profundizar las relaciones humanas e incluso, para profundizar en el conocimiento de la humanidad, con todos sus decaimientos, emociones y control de tantas cosas que a veces nos llevan al conflicto sin saber resolver”.

A lo anterior, agrega que la espiritualidad también suaviza el carácter y enseña a relacionarnos, a ser persistentes en la oración y en la relación con Dios. “Este tiempo de pandemia es un tiempo en que todos estamos invitados a hacer silencio, ya que hemos estado confinados gran parte del tiempo, algunos encerrados en sus casas”, destacando el poder dialogar consigo mismo y comenzar a desarrollar una búsqueda de Dios, de conocerse más profundamente, “y eso lleva a un crecimiento y desarrollo del ser humano para ser más libre y más humanos”, enfatiza.

El segundo encuentro, programado para el sábado 16 de octubre, también contará con la participación del padre Raúl Rivera y allí, se abordarán los diversos carismas que tiene la espiritualidad, además de espacios para oraciones cantadas, reflexiones y encontrar herramientas para profundizar en la espiritualidad. El tercer encuentro, en tanto, programado para el mes de diciembre, contempla un retiro de Adviento.

Diego Rojas, encargado de Formación de la Vicaría Zona Norte, precisó sobre estos encuentros que, “si bien esto es recién el comienzo, es fundamental realizarlos en estos tiempos, donde estamos con muchas incertidumbres, preocupaciones, darnos un tiempo para tener un diálogo y encuentro con el Señor, quien es finalmente el que nos impulsa y nos da la energía para llenarnos de esperanza día a día, compartiendo la Buena Noticia del Evangelio y ser testimonio en el mundo”.