Laicos de Zona Maipo adquieren nuevas herramientas para fortalecer sus emprendimientos

Con una ceremonia de certificación, en que asistieron laicos pertenecientes a las parroquias de Puente Alto y de San José de Maipo, el pasado 15 de diciembre culminó la primera versión del programa de Competencias Formativas para Emprendedores y Emprendedoras. Esta capacitación fue desarrollada gracias al apoyo del Centro de Capacitación y Formación de la Corporación Dolores Sopeña, y contó con financiamiento de la Fundación Emmanuel. 

Se trata de un innovador proyecto, que favorece la empleabilidad y la formación de nuevas competencias para personas que participan en las parroquias de la zona y que surge como una respuesta concreta, apuntada a las necesidades de las familias más afectadas por los efectos de la pandemia. Al respecto, el Secretario Ejecutivo Pastoral de la Vicaría del Maipo, Juan José Richter, explica que los orígenes de esta iniciativa, “surgen como fruto de una mesa de trabajo que se ha constituído durante el 2021 con voluntarios y ejecutivos de la Zona Cordillera; el párroco de San Esteban y decano de la zona, padre Ricardo Acosta; la Corporación Dolores Sopeña y el equipo de la Vicaría Zona del Maipo, quienes han buscado potenciar el vínculo con la industria y las empresas presentes en el territorio con parroquias y comunidades eclesiales, en favor de los más necesitados”.

Durante la ceremonia de certificación, la directora de la fundación Dolores Sopeña, hermana Gabriela Herrera destacó la importancia de ejecutar este tipo de actividades, ya que respaldan el proyecto institucional que busca fortalecer las capacidades humanas y competencias técnicas de los emprendedores y emprendedoras, para ser exitosos en el ecosistema territorial.

Dentro del programa de Competencias Formativas postularon más de 60 emprendedores y emprendedoras de las comunas de San José de Maipo y Puente Alto, siendo seleccionadas 25 personas. De ellas, 20 se certificaron exitosamente en este curso que duró 80 horas. La metodología del curso contempló actividades formativas que se desarrollaron de manera asincrónica y sincrónica durante los meses de septiembre, octubre y noviembre y contó con la participación en un aula virtual, que crearon un modelo de negocios y un proyecto para ser postulado a un fondo de capital semilla de $350.000, con el cual todos los certificados pudieron adquirir equipamiento para potenciar sus emprendimientos.

Testimonios:

Alejandro Terraza, es laico de la parroquia Santa Teresa de los Andes y es masoterapeuta. Producto de la pandemia se vio obligado a buscar nuevas formas de promover su trabajo. Gracias a este proyecto pudo recibir fondos que los invirtió en equipamiento técnico para su labor. “El haber participado en este curso, me hizo reencantar con el emprendimiento, porque llega el momento en que uno alcanza algunas metas y se nos olvida el deseo inicial que teníamos cuando empezamos a emprender. Esto fue un empujón, una sacudida, un estímulo para salir adelante. Por eso, quiero agradecer a la fundación Dolores Sopeña, por haber contratado a profesores excelentes. Entregó unos contenidos impresionantes, muy buenos, y que, en lo personal me ayudaron a proyectar nuevamente y que mis talentos están al servicio de las personas, con nuevas estrategias, a tratar de abrir puertas que la pandemia ha cerrado, con el mismo entusiasmo y dedicación”.

Por su parte, Olga Rubilar pudo reactivar su proyecto de pastelería vegana y tradicional. “Es un emprendimiento familiar y sin el apoyo de ellos no estaría acá. Les doy gracias infinitas a este grupo humano, porque nos ayudaron a ordenar nuestro negocio, nuestro emprendimiento. ¡Qué rico ver a todas las personas, nuevamente!. Muchas gracias, porque también nos ayudó a seguir vendiendo nuestros productos. Es un regalo de Dios en este tiempo de pandemia. Muchas gracias a corporación Dolores Sopeña y a la Vicaría”.