Sacerdotes de la Zona Cordillera se reunieron en el Santuario de Auco

“Si la religión no ayuda a los seres humanos a desarrollarse como seres humanos, a que cada hombre y cada mujer sea y de lo mejor de sí mismo, ¿para qué sirve esa religión?. Esto se puede decir de toda religión, mucho más de la religión Cristiana y Católica, mucho más de nuestra vida entregada al ministerio, al servicio. Amar a cada uno y eso va suponer tratar de conocerlos, como esas ovejas que Jesús conoce por su nombre. No es fácil para nosotros, es bonito enredarse con esas fantasías de pastores con olor a oveja y cuanta cosa hay, pues es difícil el bajar a la realidad y tratar de conocer”, dijo el Administrador Apostólico, Celestino Aós, a los sacerdotes presentes.

Además agregó: “Tenemos que tener esa convicción en el corazón. Yo estoy como sacerdote, como obispo, para que los demás tengan vida y la tengan en abundancia, para esto vino el Señor. Eso significara que los quiero, ese es el gran desafío, cuanto amo a usted a sus fieles, cuanto ama usted a otros sacerdotes”

Para finalizar señaló que “dichosos nosotros si somos puertas que permiten entrar y salir, que respetan la libertad de los demás, que dan esa seguridad, esa protección. Pobres de nosotros, si son puertas que bloquean, que encierran, que aprisionan. Yo soy la puerta, a través de mi pueden entrar a encontrarse con Jesús y con el padre”, finalizó en su homilía a los sacerdotes de la zona Cordillera.

El encuentro se llevó a cabo durante tres días en el Santuario de Auco y participación los sacerdotes de la zona junto con el vicario padre Rodrigo Domínguez.