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Viernes 15 de noviembre de 2019

Logros y desafíos del Programa Reasentamiento de familias refugiadas sirias

Durante dos años, la Vicaría de Pastoral Social acompañó a 14 familias refugiadas sirias que llegaron a Chile en busca de una mejor vida.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Vicaría Pastoral Social Caritas

El martes 12 de noviembre se realizó la ceremonia de cierre del programa Reasentamiento de familias refugiadas sirias en Chile, proyecto que surge del compromiso internacional adoptado por el Estado de Chile junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados ACNUR, y que fue ejecutado por la Vicaría de Pastoral Social Caritas.

La ceremonia contó con representantes de la Vicaría de Pastoral Social Caritas, de instituciones del Estado, como el Departamento de Extranjería, de Acnur, de la Sociedad de Beneficencia Siria y de la Mezquita As-Salam, todos quienes contribuyeron en el desarrollo del proyecto.

El proyecto de integración de familias refugiadas sirias, comenzó en octubre de 2017, con la llegada a nuestro país de 66 refugiados y fue liderado por tres instituciones, la Vicaría de Pastoral Social Caritas, institución ejecutora, el Ministerio del Interior, a través del Departamento de Extranjería y Migración y Acnur. Fue apoyado por la Organización Internacional para las Migraciones OIM.

Las familias fueron ubicadas en la Región Metropolitana y en la región de Valparaíso. A nivel de intervención, el programa contempló 5 líneas fundamentales: aprendizaje del idioma, salud, habitabilidad y vivienda, inserción laboral, educación y capacitación.

El Padre Jorge Muñoz, Vicario de la Pastoral Social, valoró el trabajo realizado durante los dos años del programa "es algo de lo que tenemos que sentirnos orgullosos todos los que hicieron posible que se llevara a cabo". También agradeció a la comunidad islámica "porque ha sido un programa en donde la atención ha estado puesta en las personas, no en los credos y cuando cada uno pone lo suyo vemos que somos capaces de resultados bastantes positivos".

Luis Berríos, Secretario Ejecutivo de la vicaría, destacó algunos de los factores claves para el éxito del programa que han permitido que las 14 familias que llegaron a Chile cuenten hoy con niveles de autonomía social y económica. Entre los factores mencionó "la suscripción de un convenio tripartito en el cual quedaron explicitadas las tareas de las instituciones a cargo del programa, que permitió dar gobernanza al programa y asegurar los recursos comprometidos por el Estado y Acnur para desarrollar las actividades".

El Secretario Ejecutivo además reafirmó el compromiso de la vicaría con migrantes y refugiados y la disposición de "poner al servicio nuestras capacidades técnicas y operativas para acompañar sus procesos de integración, acompañar la construcción de proyectos de vida".

Desde el Estado, Alfredo del Río, fue la persona encargada de coordinar el Programa de Reasentamiento de Refugiados Sirios, en la ceremonia de cierre, agradeció el trabajo de la Vicaría y de las instituciones colaboradoras. "Podemos afirmar con satisfacción que el programa ha sido exitoso en cuanto al logro de los dos objetivos fundamentales, haber hecho posible que las familias sirias puedan vivir en paz y tranquilidad después de sufrir los efectos de la guerra y haber facilitado que rehicieran su vida a por medio de un amplio proyecto de integración, fue un gran trabajo".

"Sabemos que la integración para las personas refugiadas en un país extraño es un proceso difícil y complejo, que solo se alcanza a través de varios años. Creemos no obstante que existen varios elementos positivos en esa dirección, la estructura institucional y legal de nuestro país que garantiza un conjunto de derechos, el trabajo que realizaron todos los que participaron en la implementación del programa, además el esfuerzo hecho por los propios refugiados para lograr un nivel mínimo de auto suficiencia económica y social todo esto ha permitido sentar las bases para que las familias sirias reasentadas continúen con sus propios medios su integración en Chile", dijo Alfredo del Río.

Por su parte, Luisa Cremonese, jefa de la oficina nacional de Acnur en Chile, agradeció el trabajo realizado para acoger a las personas refugiadas y compartió palabras de esperanza, especialmente en el contexto actual que vive Chile. "Ser una sociedad incluyente es algo que aporta de manera muy positiva a una sociedad y en este momento que está viviendo Chile, muy particular, creo que el hecho de compartir, reconocer el valor de la diversidad dentro de una unidad, de construir un ser ciudadano nuevo, poder tener espacios para todos es importante. En este momento hay que valorar las presencias, los aportes, la experiencias de personas que han vivido en otros países, de otras culturas que tienen otras cosas que pueden ayudar a un diálogo social que estamos muy confiados nos va a llevar a un futuro mejor".

En términos de desafíos, desde el equipo ejecutor del programa, su coordinadora, Ana Luisa Muñoz, destacó la importancia de avanzar en interculturalidad "no solo levantando políticas públicas a nivel central sino de estrategias que sean integradoras. No solo las familias tienen que aprender a integrarse a como nosotros a ellos sino aprender a convivir en conjunto, esta fue una de las principales barreras que han tenido los refugiados sirios y también nosotros en el acompañamiento".

La Vicaría de Pastoral Social Caritas ha desarrollado programas con personas refugiadas desde los años '90 con personas de la Ex Yugoslavia, luego con familias palestinas en el 2009 y con ciudadanos y ciudadanas de Colombia hasta el año 2013.