Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Jueves 2 de septiembre de 2021

Emotivo homenaje interreligioso a personal de la salud fallecido en pandemia

Representantes de religiones monoteístas, de comunidades orientales en Chile y del pueblo Mapuche, participaron en una ceremonia de reflexión y oración por los 120 funcionarios del Servicio de Salud Metropolitano Oriente y sus familiares fallecidos en esta pandemia.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

La directora de este servicio, Maria Elena Sepulveda, agradeció el aporte de cada asistente desde sus diversas miradas espirituales, “en momentos tan tristes o complejos que hemos vivido. Que nuestros funcionarios y sus familiares sepan que en este acto tan simbólico estamos orando por ellos y recordando todo lo que han vivido”.

El doctor José  Alvear, diácono permanente y referente nacional de las unidades de acompañamiento espiritual de enfermos, recordó que estas personas murieron “muchas veces sin posibilidad de celebrar un rito funerario, por lo que este encuentro tiene un sentido de esperanza, para dar fuerza a nuestros equipos de salud que están desgastados”. Precisó que existe un Consejo interreligioso e intercultural que asesora a la dirección de salud en materia de acompañamiento espiritual de los enfermos.

Durante el acto, en la sede de este servicio en la comuna de Providencia, cada representante leyó un texto de sus respectivos libros sagrados, como la Biblia, por parte de las Iglesias cristianas, y el Corán, por parte del Islam. Además, hubo lecturas, reflexiones y oraciones de las comunidades Bahai, Sikh y Brahma Kumari. Omar Cortés, director ejecutivo de la Asociación de Diálogo Interreligioso, ADIR, señaló que  “velar por la salud mental y espiritual de los funcionarios es una mínima actitud de servicio frente a lo que ha significado este tiempo de pandemia”.

En la  ceremonia, que también tuvo el carácter intercultural, hubo al comienzo una plegaria mapuche, a cargo de Beatriz Painequeo, que entregó una palabra de valor, de fuerza para quienes han perdido familiares. “Nosotros los seres vivos, sin la naturaleza, sin la tierra, el sol, el mar, los ríos, las montañas, no tendremos vida”, indicó.

Por su parte, Mohamed Rumie, representante del Islam y presidente de ADIR, pidió al Creador por los fallecidos en esta pandemia, para que “en su infinita misericordia los redima de sus pecados, que otorgue consulelo y paz espiritrual a sus familiares y amigos”.

La enfermedad es tiempo para amar

Luego, la Obispa de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile, Izani Brush, agradeció al personal médico y paramédico, porque en este tiempo “han sido mucho más que profesionales de la salud, han sido la presencia viva de Dios”. Agregó que desde marzo del año pasado “sentimos que la muerte es compañera de vida, siempre estuvo ahí, pero no la veíamos. Con esta pandemia hemos tomado conciencia de cuán vulnerable y frágil es la vida. Quizá este es el gran aprendizaje para nosotros, la humanidad”.

Después intervino el Arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós, quien se refirió a la función de los trabajadores de la salud y señaló que “la atención es una forma de amar: se ama poniendo una inyección, se ama tomando el pulso, se ama limpiando la habitación o el baño, se ama compartiendo una palabra. Y ellos estuvieron ahí y amaron. Y fueron testigos de cómo la enfermedad es tiempo para el amor”. Más adelante se refirió a la “hermana muerte”, como la llamaba san Francisco de Asís, y dijo que “vivir el duelo no es solo sacar nuestra pena, sino aprender a relacionarnos con esos seres queridos, porque nosotros sabemos que están vivos”, conforme la fe cristiana en la vida eterna y la resurrección de los muertos.

El desarrollo del homenaje estuvo marcado por la lectura intercalada de los nombres de los 120 funcionarios de este servicio y sus familiares fallecidos durante la pandemia. Al final, todos se dirigieron al lugar del recinto donde se plantó un maqui, especie autóctona chilena, en recuerdo de los antes mencionados.