Miércoles 11 de agosto de 2021
Celebremos juntos el Día de la Vida Consagrada
Este domingo 15 de agosto, en la festividad de la Asunción de la Virgen, la vicaría anima a toda la Arquidiócesis de Santiago a que, juntos y en todas las eucaristías, "elevemos nuestra oración por las vocaciones, por todos los consagrados y consagradas, por los que hacen presencia en tu comunidad, por los que conoces y no conoces".
Periodista: Paula Ampuero Ulloa
El padre Rodrigo Delazar, IPSch., vicario para la Vida Consagrada e Institutos de Vida Apostólica, invita a todos a celebrar este importante día para los consagrados y consagradas de nuestra arquidiócesis y de la Iglesia Universal.
La celebración oficial se realizará en conjunto con la Diócesis de Copiapó y la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile (Conferre), con una misa el sábado 14 de agosto a las 19:00 horas que será presideida por monseñor Ricardo Morales O.deM. y transmitida en línea por las redes sociales (YouTube).
En esta eucaristía, señalaron desde Conferre, quieren orar especialmente por las hermanas, hermanos, familiares, amigos y amigas fallecidos por covid-19. Para ello, quienes quieran, pueden enviar los nombres a sedecentral@conferre.cl.
Además, mediante un subsidio preparado por la vicaría, el padre Delazar le pidió a toda la Arquidiócesis de Santiago hacer una oración por la Vida Consagrada en todas las eucaristías que se realicen el domingo 15 de agosto.
ORACIÓN POR LA VIDA CONSAGRADA
Señor Dios nuestro,
en este día de la Asunción de la Santísima Virgen
estamos congregados en tu nombre
y queremos renovar nuestra consagración religiosa.
Tu nos llamaste a ser tus discípulos,
y nosotros, igual que en Galilea,
dejamos todo para entregarnos plenamente a ti.
Ayúdanos a servirte fielmente a ti y a los hermanos,
Danos un espíritu de pobreza y un corazón humilde
y a ejemplo de la Virgen María, modelo de la Iglesia,
regálanos la gracia de en oración y servicio,
caminar por la vida como ella lo hizo,
con fortaleza y dignidad,
con esperanza y respeto
para sembrar en el corazón de tu pueblo,
herido también por nuestras faltas,
fe, amor, paz y alegría.
Te lo pedimos en la fuerza del Espíritu
que guía nuestro caminar y renueva siempre
nuestro ser discípulo y misionero del Evangelio
como pueblo de la nueva Alianza.
Amén.
Invitación misa 14 de agosto:
