Comunidad educativa Santa Isabel de Hungría festeja 60 años de vida

En su homilía, el arzobispo recordó la figura entrañable de santa Isabel y a la luz de sus virtudes señaló que indudablemente, deben ser aplicadas en las técnicas pedagógicas de los docentes y ser un ejemplo para las alumnas y los alumnos del establecimiento. “Son ejemplos, porque quieren seguir a Jesucristo, porque quieren ser mejores cristianas y cristianos. Cuando miramos la figura de Santa Isabel, nos encontramos con una figura ejemplar que refleja un amor muy particular. Santa Isabel ha vivido bajo el ejemplo de su vida junto a los pobres. Cada uno de nosotros entonces, estamos llamados también a tratar de ser fieles al Señor y ser un ejemplo para los demás. En este momento donde resaltan las palabras, las promesas; lo que Chile necesita y la Iglesia necesita, son ejemplos y vidas ejemplares”, precisó.

En esa línea, el pastor animó a los asistentes a ser hombres y mujeres ejemplares, para que la juventud quiera imitar y cultivar las mismas virtudes. “En este 60 aniversario, recordando todo el bien que Dios ha hecho a través de este colegio, pidamos hombres y mujeres con verdaderos ejemplos de vida. A eso nos invita el Señor. Se puede vivir siendo honesto cuando la corrupción está por todas partes. Se puede ser amable y cortés -virtud que San Francisco amaba tanto- cuando estamos todos los días escuchando insultos, garabatos, recriminaciones. Se puede vivir una afectividad y una sexualidad ordenada cuando estamos viendo que se distorsiona la vida de las personas. Se puede ser creyente y fiel a Dios cuando todo el mundo se declara ateo”, invitó.

Al cierre de su exhortación, el cardenal de Santiago, mirando la contingencia que vive el país y la sociedad, invitó a mirar con los ojos de Dios, aquellas dificultades que la vida entrega a diario. “Todo se puede con la ayuda del Señor. Con la gracia de Dios todo se puede”, concluyó.

Jaime Caiceo, Director del colegio, agradeció la presencia del arzobispo y pidió a todos quienes componen la comunidad educativa, a ser un sendero luminoso por medio de Santa Isabel de Hungría fiel seguidora de las enseñanzas de San Francisco y que hizo carne el Evangelio de Jesucristo. “Estamos llamados a reconocer y amar a Cristo en la persona de los pobres. 60 años de historia no cualquier institución las vive y la nuestra puede hoy en día decir que hemos intentado ser fieles en nuestro proyecto educativo, al humanismo cristiano y al evangelio de Jesucristo para el siglo XXI”.

Tras la eucaristía, directivos, profesores, asistentes y alumnos, pudieron realizar un compartir fraterno junto a monseñor Celestino Aós en unos de sus patios, contando con todos los protocolos sanitarios correspondientes.

El alumno Joaquín Ibarra de cuarto año medio, agradeció la presencia del arzobispo de Santiago como parte de los festejos por los 60 años del colegio. “Es un día especial para todos nosotros, porque Santa Isabel es un ejemplo y gracias a ella tenemos este colegio, esta enseñanza, esta educación y valores. Ha sido un día muy emotivo. Nos llena de alegría”, dijo.

Daniela Pizarro, profesora de Inglés y coordinadora de Lenguas del colegio, añadió que es un privilegio poder ser parte de la historia del establecimiento en sus seis décadas. “Es muy significativo el crecimiento que ha tenido el colegio, tanto físico como en sus valores, en la creación de sus estatutos, en el símbolo que representa el colegio, sobre todo en el ámbito Franciscano y de los valores que profesa”, detalló.

Por su parte Aldo Valderrama, profesor de Historia y coordinador del Departamento de Historia y Ciencias Sociales, destacó la fuerza con que el establecimiento pone de manifiesto en sus alumnos el legado de Santa Isabel. “Recordamos a diario al alumnado su caridad y enseñamos el respeto a los demás. Ese es el sello de este colegio, que es un espacio familiar donde todos estos valores están impregnados en el día a día. Son muchas las familias que se educan por años en este colegio”, relevó.

El colegio Santa Isabel, perteneciente a la Congregación Religiosa Hermanas Franciscanas Cooperadoras Parroquiales, conlleva la necesaria exigencia de adoptar, difundir y fortalecer un estilo cristiano Franciscano para enfrentar al mundo, propiciando un ambiente escolar evangelizador que haga vida los principios del ideal educativo.