Retiro del clero: sacerdotes reflexionaron sobre su labor ministerial

“Ha sido una bonita experiencia. El fruto uno lo saca después, cuando vuelve del retiro, y puede aplicar las cosas que cada uno procesó internamente. Hubo buena acogida y se dio un muy buen a6mbiente, así que esperamos que el Espíritu Santo haya soplado fuerte en los corazones”, señaló el sacerdote.

Con respecto a los temas del retiro, el padre Díaz señaló que hubo tres ejes centrales, por una parte, “seguir los ejercicios espirituales, yo soy jesuíta, entonces di un poco el esquema de los ejercicios espirituales de San Ignacio, después el segundo punto fue retomar las homilías del Papa Francisco en Chile, pues me parece que son de una gran riqueza y hay muchas cosas que hay que seguir dándole vueltas en los tiempos sucesivos. Y tercer tema, el discernimiento espiritual. El Papa ha dicho que es muy importante que los sacerdotes podamos discernir bien, reconocer el paso de Dios por nuestra vida”.

También puso un fuerte énfasis en la misión de los sacerdotes con respecto al consuelo, señalando, “el Papa dijo justamente algo muy importante, no rumiar la desolación. Yo creo que en la vida nos acostumbramos a lo negativo, a la desolación, vencer eso, es encontrarse con el Señor, es alegría interior, no obstante que a veces se pueden pasar momentos difíciles, consolación para poder hacer algo muy importante en el ministerio sacerdotal, que es consolar a otros”.

Descubrir lo esencial del ministerio

El padre Mauricio Labarca, quien participó de este tiempo de oración y meditación comentó que “en un espíritu de recogimiento, pero también de fraternidad, nos invitó el padre Juan a hacer una revisión de vida e ir descubriendo lo esencial, lo elemental que  tiene nuestro ministerio, que es el servicio y el amor a Jesús y al prójimo, y pudimos renovarnos en la consagración que hicimos algún día”. Agregó que "en esta instancia también se da una cosa muy bonita porque asisten sacerdotes de distintas generaciones, entonces hay personas muy mayores y otros más jóvenes y nos reencontramos en la mesa, rezamos juntos y compartimos anécdotas de otros tiempos".

Por su parte, el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Fernando Ramos señaló: "nos ayudó a reflexionar con respecto a cómo hacer más fecundo nuestro ministerio sacerdotal, como poner nuestra esperanza y nuestra gloria en ser cada día más cercano a la persona de Jesús y a la vez cómo ponernos al servicio de las personas".

Tras cinco días, la jornada culminó con la eucaristía presidida por monseñor Ramos, y con una procesión hacia la imagen de la Virgen María, ubicada en el mirador principal del templo de la casa de ejercicios, en donde en un soleado día los sacerdotes encomendaron su retiro y los frutos del mismo, a la Virgen.