Obispo Aós: “El párroco tiene la misión de ayudarnos en la fe”

Un alto techo que representa el azulado cielo y las iluminadas estrellas, recibieron este domingo cuatro de agosto al Administrador Apostólico, monseñor Celestino Aós, para celebrar la misa del mediodía y un día muy particular para la Iglesia en el mundo, pues en la Fiesta de San Juan María Vianney, el cura de Ars, la Iglesia festeja la labor de los párrocos en memoria de aquel que se dedicó con empeño a la conversión de su parroquia.

Antes de que comenzara el Evangelio, Soledad Toro, muy apresurada, se ubicaba al final del templo junto a su bicicleta para vivir la misa: "No vengo mucho, pero estamos pasando un tiempo muy delicado como familia. Hemos emprendido un negocio familiar y las cosas no han andado bien. Así que vengo a pedirle a Dios que nos ayude y guíe en este momento tan difícil", nos cuenta.

Con este panorama, la parroquia San Antonio María Claret, que en la actualidad convoca a una gran cantidad de hermanos migrantes, llenó sus asientos de familias para escuchar la homilía del obispo Aós, quien junto con agradecer la labor de los párrocos, invitó a rezar por las vocaciones y así suscitar más sacerdotes para la Iglesia: "El párroco tiene la misión de ayudarnos en la fe. No es un gerente, sino que es alguien que está llamado a levantar una parroquia y acercanos, si es que queremos, a Dios".

Tras las palabras del obispo, la sonrisa en los rostros de los hermanos migrantes era notoria. Los animados cantos y la inquietud de los más pequeños, hacían más amena la celebración y eso, el matrimonio de Jesús Triana y Paula Aldana lo reflejaba en sus rostros.

"Llegamos hace dos años a Chile y nos instalamos acá en San Miguel y esta parroquia ha sido un espacio vital para nosotros como familia migrante", explica Jesús. Paula, por su parte, nos relata que "estamos felices. Nos han acogido bien. Es una parroquia que abre las puertas a los extranjeros y eso nos ha ayudado como familia a vivir la fe".

La misa ya concluye. Los abrazos y felicitaciones al párroco Francisco Walker se hacen interminables a la salida de la parroquia: "Ha sido una gran visita la del obispo. Es un día gran especial. Nos llena de alegría. Es un honor tenerlo entre nosotros. Ha podido ver una comunidad que vive la fe a pesar de las dificultades. Sigamos rezando por las vocaciones como pide el obispo, sin duda que el Señor está llamando", cierra el sacerdote.