El mundo laico y religioso despide a Francisco Javier Gil

La eucaristía contó con el aforo permitido por las autoridades y en su homilía, el padre Carlos Irarrázaval recordó el gran aporte en el diseño e implementación de políticas públicas para el mundo de la educación superior: “Desde la docencia, peleó con fuerza por ayudarnos a todos a valorar y hacer medible los talentos de los más vulnerables que a veces no logran acceder a la educación superior. Luchó mucho y logró mucho para que, no importando dónde se nace, ni dónde se estudia, el que tiene menos capacidades, pueda llegar a desarrollarlas en las más altas esferas de la vida universitaria y técnica”, detalló.

El padre Irarrázaval también destacó su vida diaconal, la cual desarrolló siempre pensando en los más necesitados: “En el diaconado, su mejor servicio fue poner desde su vida profesional, todo al servicio del Evangelio del Señor, de ir a buscar a los más vulnerables para elevarlos a la condición que le corresponde como Hijos de Dios. Damos gracias a Dios por el paso de Francisco por nuestra Iglesia de Santiago”, exhortó.

Diferentes personalidades de la esfera laica y religiosa quisieron homenajear a Francisco Javier Gil. El Rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez resaltó su fuerte compromiso con la equidad y la inclusión: “Fue un profesor universitario ejemplar, con una convicción de que los estudiantes necesitaban tener oportunidades para demostrar sus talentos y que los talentos estaban distribuidos en forma similar en todos los sectores de la sociedad. Es fue su norte. Fue además un cristiano que llevó el Evangelio a su día a día, coherente, transparente, un testigo de Cristo en la educación superior del país”.

El diácono Raúl Cañas de la Vicaría para la Educación, reconoció en Francisco Gil, su gran aporte como diácono, en iniciativas que contribuyeron a favorecer la inclusión de los estudiantes: “El diaconado tiene tres grandes misiones, el anuncio de la Palabra, la Liturgia y la caridad; y donde más se destacó fue en la caridad con los más pobres. Buscó siempre la equidad en el ingreso a la universidad y hoy, sus investigaciones, toman más fuerza como el ranking nacional que él creó”, relata.

El padre Tomás Scherz, Vice Gran Canciller de la UC, enfatizó en la sencillez y amor a los más abandonados: “Fue uno de los pocos académicos que, con su vasta trayectoria profesional, siempre tuvo una actitud humilde y que reivindicó a aquellos que no podían estudiar ni tener acceso a la educación superior. Fue un hombre buscador de la verdad para la salvación de todos”. 

Francisco Javier Gil Llambias, se ordenó diácono el 27 de septiembre de 2008. Se casó con María Soledad Ureta, con quien tuvo dos hijas. Ejerció su ministerio en la Vicaría para la Educación, fue doctor en Química y Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago. También fue Rector de la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez y Director de la Cátedra Unesco de Inclusión en la Educación Superior Universitaria, entre otras labores. Sus restos, descansan en el cementerio Parque del Recuerdo.