Vocaciones: Una tarea de todos

Desde muy temprano en el Arzobispado de Santiago se sentía el entusiasmo de las 212 personas que llegaron el sábado 7 de marzo para trabajar en uno de los pilares fundamentales de la Iglesia: la formación de los jóvenes.

La convocatoria partió con una oración en la capilla del arzobispado, donde los asistentes fueron acompañados por monseñor Celestino Aós, quien posteriormente dio palabras de bienvenida al inicio de la actividad, haciendo hincapié en la importancia de los procesos formativos adecuados y exhortando a sentirse "cristianos y cristianas, cada uno con una vocación diferente, pero todos formando parte de nuestra Iglesia".

El Obispo Auxiliar de Santiago, Cristián Roncagliolo, estuvo presente también, haciendo eco de las palabras del obispo Aós, expresando la importancia de este proyecto formativo. "Este un proyecto que estamos iniciando en la Arquidiócesis de Santiago, porque estamos convencidos que si todos trabajamos en comunión, crecen las vocaciones en las comunidades religiosas, crecen las vocaciones en el clero diocesano y crecen las vocaciones de todos", explicó. "Estamos iniciando un proceso que gracias a Dios, ha convocado a mucha gente, pero estamos partiendo. Ahora queremos animar el corazón de todos, que nuestro corazón se encienda".

Luis Arrieche, joven venezolano, quien tiene un fuerte trabajo en la Vicaria de la Esperanza Joven, señaló que "fue una actividad estupenda, un espacio oportuno para compartir experiencias. Fue un regalo para todos los que nos desempeñamos con jóvenes, porque la experiencia vocacional debe apuntar a al núcleo del hogar y la familia. La primera vocación es ser cristianos, luego la vocación de hijos, de padres y que van afianzando las bases para una futura vocación especifica como el sacerdocio, algo que necesita mucho la Iglesia. Las vocaciones son muy importantes, ya que hacen mucha falta y eso se debe trabajar con la familia, los amigos para que den muchos frutos".

La jornada estuvo dividida en dos bloques, estando el primero a cargo del sacerdote diocesano Ricardo Acosta, quien enfocó su presentación en el presente de la Pastoral Vocacional a través de la oración, la fe, el testimonio, la alegría y la comunidad. Acosta fue relevado por la psicóloga Paulina Melo en el segundo bloque, quien manifestó su alegría por el aumento de mujeres religiosas que se han sumado a estas iniciativas de liderazgo formativo, y se enfocó en el acompañamiento psico-espiritual en espacios de aprendizaje vocacional.

La hermana Mónica Torres, encargada de la Pastoral Vocacional de la Vicaría Esperanza Joven fue una de las organizadoras de la jornada y destacó el valor del trabajo que han realizado en el acompañamiento a las vocaciones, comentando: "Nuestro departamento de la Pastoral Vocacional es sobre todo para aquellos jóvenes que sienten ese llamado vocacional, esa inquietud de seguir a Cristo, sea a través de una congregación o sacerdote. Nosotros tenemos las herramientas para ayudar al discernimiento, ya sea derivarlos a alguna congregación, sacerdote o religiosa. El primer filtro somos nosotros, donde buscamos la mejor manera de acompañar a ese joven en ese proceso, a través de un diálogo y sus intereses y expectativas".