Martes 15 de febrero de 2022
Disponible lectura orante de la Palabra para Cuaresma
La Vicaría para la Pastoral de Santiago, a través de sus diversos departamentos, pone a disposición los evangelios dominicales para Cuaresma que comienza el próximo 2 de marzo con el tradicional Miércoles de Cenizas.
Periodista: Enrique Astudillo Baeza
Fuente: Iglesia de Santiago
Monseñor Carlos Godoy, Obispo Auxiliar de Santiago y Vicario para la Pastoral de Santiago, invita por medio de este subsidio, a ver cómo el Señor “nos vuelve a conceder un tiempo propicio para disponernos a celebrar, con un corazón renovado, el gran Misterio de la muerte y resurrección de Jesús, fundamento de la vida cristiana. La Cuaresma es el período del tiempo litúrgico que precede y prepara la celebración de la Pascua, comienza el Miércoles de Ceniza y finaliza el Jueves Santo antes de las Vísperas. Estos 40 días simbolizan el período en que Jesús permaneció en el desierto antes de su Pascua”, explica.
Agrega que, para emprender el camino hacia la Pascua y prepararnos a celebrar la Resurrección del Señor, la fiesta más gozosa y solemne de todo el Año litúrgico, “hemos preparado este material de Lectio Divina, con el objetivo de realizar personal y comunitariamente la lectura orante de la Palabra de Dios con el Evangelio del Miércoles de Ceniza, de los domingos de Cuaresma y Domingo de Ramos. Se trata de un subsidio que nos dispone a vivir el encuentro con la Palabra y nos anima a la escucha atenta de la voz del Maestro”, detalla.
En el material descargable, podrás encontrar meditaciones, oraciones y compromisos para vivir este tiempo como un signo de renovación y fortalecimiento de nuestra vida y vivencia del Evangelio, a fin de que llegue a ser experiencia de encuentro personal y comunitaria con Jesucristo.
La lectura orante concluye con el mensaje del Papa Francisco para el Tiempo de Cuaresma. “El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación, son las condiciones y la expresión de nuestra conversión. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante”.
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