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Artículo

Viernes 11 de septiembre de 2020

La importancia de la espiritualidad en la familia

Durante el encuentro “La Espiritualidad de la Familia en el Confinamiento”, organizado por la Iglesia de Santiago, a través de su Delegación para la Pastoral Familiar, la psicóloga Pamela Cajales, calificó este tiempo de pandemia y confinamiento como una oportunidad propicia para educar, y poner a Dios en el centro de la familia, fortaleciendo la Iglesia Doméstica.

Por: Bárbara Guerrero C.

Al comenzar el encuentro, la profesional experta en ciencias de la familia, se refirió a los conceptos que dieron sentido a su exposición: espiritualidad, familia y confinamiento. Citando las palabras del Papa Francisco, señaló a la familia como el primer lugar donde se aprende, donde ocurre la socialización primaria; donde crecimos y nos formamos, “es el lugar al que se vuelve, dijo. Al concepto espiritualidad, lo asoció a los gestos de amor y los vínculos formados por el amor a Dios y, por último, reconoció este tiempo de confinamiento, como una oportunidad para fortalecer la Iglesia Doméstica y los lazos familiares.

Cajales señaló que solo es posible entender lo que estamos viviendo, si lo hacemos en familia, ya que este es un tiempo para construir la paz en el hogar, y que debemos aprovechar para mejorar las relaciones interpersonales, escuchando el sentir del otro, propiciando siempre una atmósfera de fe, esperanza y caridad. 

Además, hizo un llamado a las familias a ocuparse de sus hijos, siguiendo en la crianza, las virtudes cardinales del catolicismo como son la prudencia, la templanza, la justicia y la fortaleza; así como también las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad. Según declaró, estas virtudes deben “ser la atmósfera que respiramos en nuestro entorno”, para vivir como seres sociales proyectando el apostolado que sean muchos los que lleguen a la posesión de Dios, señalando que “la manifestación de estas virtudes en nuestra vida es garantía de nuestra vida de santidad”.

 

La esperanza de un encuentro con Dios es para todos

En palabras de Rafael Alvira con su célebre frase “La familia es el lugar al que se vuelve”, Cajales enfatizó en que la familia debe ser un lugar de esperanza, un refugio para quien necesite sentirse acompañado, especialmente en momentos donde se ha perdido un ser querido.

Para Cajales, las familias cristianas, con el don de la fe, tienen una labor muy importante a la hora de acompañar a quienes viven este difícil proceso. La psicóloga expuso que a través de la evangelización –aún sin haber podido realizar los ritos propios de la pérdida- es posible ayudarlos a encontrar y reconocer en la muerte, la esperanza de la resurrección. 

En el último bloque de la jornada, la psicóloga respondió preguntas de los participantes, para finalmente, despedir junto a los delegados de la pastoral familiar, una exitosa jornada de reflexión con la oración del Padre Nuestro.