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Miércoles 23 de agosto de 2017
Nuevo hogar de acogida para migrantes
Las hermanas Misioneras de la Caridad, fundadas por santa Teresa de Calcuta, abrieron un hogar para acoger a haitianos en la comuna Estación Central, el que fue bendecido por el cardenal Ricardo Ezzti justo el día de la Inmaculado Corazón de María, patrona de esta comunidad religiosa.
Fotos: Nibaldo Pérez
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
La hermana María de Jesús, superiora de las misioneras, indicó que el albergue está disponible para recibir a migrantes, especialmente haitianos, por dos meses, mientras regularizan su documentación, aprenden el idioma consiguen trabajo. El hogar tiene una capacidad de 28 camas y está en la población Santiago, comuna Estación Central, calle Hermanos Carrera 4670. Allí se les da cena, alojamiento y desayuno, atendidos por cinco religiosas. La hermana superiora indica que se financian "con la Divina Providencia, ese es nuestro carisma".
Quienes deseen ingresar a este hogar deben dirigirse primero a la parroquia de la Santa Cruz, ubicada en Los Pingûinos 4255, población Los Nogales, para inscribirse y ser derivados a este centro de acogida.
Durante la misa, el Arzobispo de Santiago expresó que "todas las veces que abrimos nuestro corazón y nuestra mente a la acción de Dios, que difunde su amor en nuestros corazones, nos vamos haciendo más capaces de hacer de nuestra vida un regalo para los demás". Luego, el cardenal Ezzati agradeció "la vocación de nuestras hermanas" y pidió para ellas la gracia de que "puedan vivir en fidelidad a su vocación", imitando, dijo, a santa Teresa de Calcuta en el servicio a los más necesitados.
Quienes deseen ingresar a este hogar deben dirigirse primero a la parroquia de la Santa Cruz, ubicada en Los Pingûinos 4255, población Los Nogales, para inscribirse y ser derivados a este centro de acogida.
Durante la misa, el Arzobispo de Santiago expresó que "todas las veces que abrimos nuestro corazón y nuestra mente a la acción de Dios, que difunde su amor en nuestros corazones, nos vamos haciendo más capaces de hacer de nuestra vida un regalo para los demás". Luego, el cardenal Ezzati agradeció "la vocación de nuestras hermanas" y pidió para ellas la gracia de que "puedan vivir en fidelidad a su vocación", imitando, dijo, a santa Teresa de Calcuta en el servicio a los más necesitados.