Luis Berríos y Mesa de InclusIón Laboral de MIgrantes: “Vemos una real voluntad de diálogo”

—¿Cómo funciona la metodología de trabajo escogida para la Mesa?

—Lo primero es que cada uno de los actores participa en igualdad de condiciones. No hay ninguno que prime sobre el otro. No es un diálogo donde hay asimetría de poder o influencia en la conversación, sino que todos participan de igual manera. En segundo lugar, la interacción de distintos actores nos parece que es clave en el modelo. Este no funciona solo con organizaciones de la sociedad civil, porque hay distintos actores que tienen sus puntos de vista que ponen en común. En tercer lugar, el modelo promueve la buena fe. Y en cuarto, diría que es una metodología que en cada sesión va dejando evidencia de lo conversado, evacuando pequeños acuerdos que van a culminar en un gran acuerdo. Es decir, los temas se abren en una reunión y se cierran en esa reunión.

—¿Qué impresión le dejó la primera sesión?

—Me pareció muy bien. Quedamos muy optimistas, porque vimos una voluntad real de diálogo, un espíritu súper colaborativo y un interés grande por compartir puntos de vista. Pero sobre todo, vimos reflejado un espíritu de colaboración muy genuino y un espíritu de buena fe muy presente en todos los actores para ponerse a disposición de elaborar propuestas que sean realizables y que favorezcan los procesos de integración, tanto para las personas migrantes como para las personas que viven aquí.

—¿Cuáles son los pasos a seguir?

—Ya se definió una calendarización. El paso siguiente es la reunión por grupos de actores, acompañados por la moderación de expertos de la U. Católica, para que cada grupo de actores precise los temas que le preocupan o asunto de interés para abordar. Se van a reunir los representantes del Estado y organismos internacionales, por un lado; la sociedad civil, por otro, y el sector privado por otro, con una pauta para que cada uno llegue a consenso sobre cuáles son los temas que les interesa llevar a la Mesa para una discusión ya más fina. Las reuniones se realizarán cada 10 o 15 días hasta agosto. La idea es que en cada una se aborde un tema propuesto por las propias partes y no quedarnos en el diagnóstico, sino que se lancen propuestas concretas que vayan generando consensos.

—¿A quiénes se entregarán dichas propuestas?

—La idea es presentarlas a tomadores de decisiones en todo ámbito. Al Estado: al Ministerio del Interior, ojalá al Presidente de la República. Seguramente también habrá acciones que pueda tomar el sector privado o los organismos internacionales.