Opinión: "Regálales unidad y paz"

El Papa Francisco al despedirse de Chile le rezó al Señor: “Mira la fe de este pueblo y regálales unidad y paz” (Francisco, 2018). A tres años de su visita a nuestro país, estamos llamados a escucharnos, dialogar y encontrarnos como hijos de una misma patria, para lograr la tan anhelada paz y unidad en un año tan especial para la democracia de nuestro país. En un tiempo que nos ha desafiado a repensar que “lo que hasta ayer podía ser un factor de unidad y cohesión, hoy está reclamando nuevas respuestas” (Francisco, 2018).

Vivimos un tiempo que nos desafía a trabajar para que la democracia sea un encuentro para todos, “que sea un lugar en el que todos, sin excepción, se sientan convocados a construir casa, familia, llamada Chile: generoso, acogedor, que ama su historia, que trabaja por su presente de convivencia y mira con esperanza al futuro” (Francisco, 2018). Estamos invitados a formar un Chile donde todos seamos escuchados, que sea escuchada la familia, los pueblos originarios, los migrantes, los jóvenes, los ancianos, niños, trabajadores y cesantes, hombres y mujeres que formamos la patria chilena.

Junto con escuchar, también debemos ser capaces de dialogar para construir puentes y derribar muros de ideologías y de argumentos sin sentido. Si falta diálogo es porque no se ama el bien común y solo se buscan beneficios propios e imponer con fuerza las propias ideas. El auténtico diálogo implica “acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto” (Fratelli tutti, 198). ¡Cuánto de ello le falta a nuestro Chile! Nuestra generación está llamada a no conformarnos con lo que hemos conseguido, y a no “desconocer que todavía muchos hermanos nuestros sufren situaciones de injusticia que nos reclaman a todos” (Francisco, 2018). Estamos llamados a cumplir la misión de la nación, misión que es futuro y que se juega en la escucha y en el diálogo para lograr en nuestro Chile la fraternidad y la amistad social a la que nos interpela el Papa Francisco.