La Iglesia de Santiago hacia una nueva cultura vocacional

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El mes dedicado a la vocación se inició el sábado 24 de abril con la V Mesa Vocacional, actividad en la que participaron más de 120 religiosas, religiosos, sacerdotes y laicos. El cardenal Celestino Aós, expresó en su inauguración que “cada congregación tiene un carisma, una identidad especial”, y que “el carisma requiere ciertas facultades o capacidades”. Añadió que “en un mundo individualista, nos falta profundizar en nuestra identidad y nuestro sentido de pertenencia. La vocación es personal, pero es para toda la comunidad religiosa y para toda la comunidad cristiana.  Por eso la vida cristiana es la mejor pastoral vocacional”.

Vida de fe

La exposición central de V Mesa, estuvo a cargo del padre Cristóbal Fones S.J. y se tituló “La fe como principio de discernimiento vocacional”. En ella compartió su experiencia sacerdotal de 27 años como acompañante de jóvenes para discernir sus respectivas vocaciones. Se refirió a cinco puntos a tener en cuenta al momento de aceptar un postulante a una congregación, orden religiosa o carisma consagrado: la cultura secular; el don de la fe; la vida espiritual; qué discernir y cómo discernir. En otros pasajes, se refirió al desarrollo de la vida espiritual, que requiere poner el foco en el “ser” con Cristo, como dice la Oración Eucarística, hacerlo todo “por Cristo, con Cristo y en Cristo”, es decir, cultivar una vida espiritual profunda, de mucha y verdadera oración. En este aspecto precisó que “un discernimiento espiritual vocacional no se hace entre lo bueno y lo malo, sino que entre dos cosas buenas ver cuál es la mejor para el fin que cada uno fue creado”.

“Ponerse de rodillas y orar”

Luego de la V Mesa Vocacional, la siguiente actividad fue la misa que presidió el Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Alberto Ortega, liturgia que dio inicio a la jornada de 24 horas de adoración para pedir por las vocaciones sacerdotales y la vida religiosa. En su homilía, el representante papal en nuestro país retomó el tema del padre Fones, para afirmar que “sin fe no hay vocación, y cuando escasean las vocaciones podemos preguntarnos cómo va nuestra fe”. Agregó que “donde hay tantos signos de muerte, sobre todo ahora, a causa de la pandemia, es fundamental que haya gente que se ponga de rodillas y ore. Hace falta mucha esperanza, comprensión, caridad. Y ahí está la misión de la Iglesia, para hacer presente la verdadera esperanza que es Jesucristo, el único que nos da la vida verdadera”.

24 horas ininterrumpidas

La Jornada de Oración de 24 horas comenzó tras la misa presidida por el Nuncio Apostólico el sábado 24 de abril. En ella, 150 comunidades religiosas rezaron sin cesar durante un día, impulsados por la invitación del Papa Francisco, quien animó al mundo entero a orar, reflexionar y profundizar en el don y el misterio de la llamada de Cristo a seguirle. La maratónica actividad culminó el domingo 25 de abril (Jesús el Buen Pastor) con la eucaristía presidida por monseñor Cristián Roncagliolo, Vicario de la Esperanza Joven.

Dar la vida y jugársela por el Señor

En su homilía del Domingo del Buen Pastor, el padre Cristián planteó tres puntos para que la Iglesia sea un espacio más propicio para el discernimiento vocacional: La necesidad de ser rebaño, de ver a Cristo como piedra angular y de no tener miedo a la llamada de Dios. “La vocación es la respuesta valiente y audaz a la llamada, siempre inserto en el Pueblo de Dios. Esta elección implica el riesgo de dejar todo para seguir al Señor y consagrarse completamente a él, para convertirse en colaboradores de su obra”, exhortó el obispo.

La hermana Mónica Torres, encargada de la Pastoral Vocacional de Santiago, explicó que este tiempo busca “renovar a la Iglesia juvenil y a los jóvenes con la pregunta sobre qué es lo que quiere Dios para sus vidas”.

Luis Arrieche Pineda, laico encargado de la Pastoral del colegio Rosario Concha, ha participado activamente en esta primera semana del Mes Vocacional: “Me ha gustado mucho que se ofrezcan espacios para rezar el santo rosario por las vocaciones, ya que, de esa forma, muchas personas se motivan a hacerlo. En cuanto a los conversatorios, puedo decir que me ha gustado la intercongregacionalidad e internacionalidad, porque de esa manera se enriquecen las experiencias, la presentación de la vocación cristiana en sus diferentes consagraciones, como laicos y laicas, los seminaristas y la vida religiosa. Siento que ahora son más espontáneas y alegres las participaciones”, y destaca, además, la alta interacción de los movimientos a través de las redes sociales.

El Mes Vocacional concluirá el sábado 22 de mayo en la Solemnidad de Pentecostés.

Revisa el ESPECIAL sobre el Mes Vocacional 2021 en www.iglesiadesantiago.cl