Comunidades dedican su servicio pastoral en las panaderías solidarias

El “Pancito de amor” de la parroquia San Gregorio

Pensaron que iban a amasar solamente una vez a la semana y hoy reparten más de 1500 panes a más de 70 familias de La Granja. Entre los quintales de harina, Carmen Gloria San Martín, o también conocida como Yoyita, recuerda que junto a los demás integrantes de la capilla Jesús de Nazareth, se propusieron preparar panes para las familias más necesitadas del sector desde junio del año pasado.

Entre todos, se organizaron para recibir manteca, harina y gas. En aquellos días, el párroco Patricio Pino solicitó apoyo a la Vicaría Pastoral Social Cáritas (VPSC) para las primeras donaciones. Conforme ha pasado el tiempo, acudieron personas provenientes de universidades y colegios a prestar apoyo e, incluso, recibieron una máquina industrial para amasar. “El evangelio de la multiplicación de los panes a mí, me hace vida y a nuestra comunidad también, porque no sabíamos cómo llegar a las familias y han caído los recursos del cielo”, declara con emoción Yoyita.

Las comunidades panaderas de Peñalolén

En la parroquia Cristo Nuestro Redentor de Peñalolén no faltan manos y menos voluntad. La capilla San Miguel y la capilla Santa Teresa han realizado panaderías durante esta pandemia, acompañados por el padre Orlando Torres, párroco de la comunidad, y de la hermana Nora Colún, con quienes se ha hecho un trabajo muy profundo para acompañar y detectar las necesidades de la población.

Sandra Rodríguez, coordinadora de la Pastoral Social de la capilla Santa Teresa, menciona que los sábados por la tarde recorren Diagonal Las Torres, avenida Grecia y Río Claro para entregar un pan horneado a personas en situación de calle, adultos mayores y familias del sector. “Comenzamos con la panadería y encontramos que Jesús estaba afuera, donde más lo necesitaban. Se cerró el templo, se cerró la construcción, pero nosotros mantenemos viva la Iglesia y salimos a la calle, a seguir haciendo comunidad”, explica.

En la cola del pan surgen historias en Villa Francia

Ana Sánchez Araya tiene un profundo vínculo con las acciones sociales, inspiradas por el padre Mariano Puga. Desde la comunidad Cristo Liberador, en Estación Central, fabrican alrededor de 650 panes, para 100 personas, que acuden de lunes a sábado. “Entre nuestras voluntarias, tenemos a madres que tienen a sus hijos presos y este mes, salieron dos de los chicos de las compañeras que nos apoyan.

Entonces, esto es lindo estar con ellas y que compartamos su alegría. Tenemos un grupo de doce personas, que les venían muy bien colaborar y así enfrentar la cesantía con un pan. Estas cosas las hemos descubierto en la cola del pan”.

Apoyo desde la Vicaría Pastoral Social Caritas

A raíz de la emergencia sanitaria producida por el covid-19, el Arzobispado de Santiago por medio de la VPSC, buscó desde marzo de 2020 ayudar humanitariamente a aquellas familias que se han visto afectadas producto de la crisis social y económica generada por la pandemia.

Es así como el último informe de la campaña Contigo Hermano, ha reportado la existencia de 14 panaderías solidarias activas dentro de la arquidiócesis.

De ellas, se entregan alrededor de 4.800 unidades de pan por semana y ha movilizado a cerca de 90 voluntarios en todo este tiempo. “Al igual que las ollas comunes, las panaderías solidarias también han resurgido en este tiempo de pandemia, como en otros períodos de nuestra historia. La actual crisis sociosanitaria ha sacado lo mejor de nosotros en este sentido, activando la solidaridad y la corresponsabilidad, dejando atrás las lógicas individualistas y revalorizando la importancia de la comunidad, reconstruyendo el tejido social”, destaca el Jefe de Área de Pastoral Social Territorial, de la VPSC, Felipe Guala.