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Lunes 22 de mayo de 2017

Cardenal Ezzati consagró nueva capilla San Fco. Javier

Cientos de fieles de la comunidad parroquial Santo Tomás Moro de Ñuñoa, llegaron hasta la capilla San Francisco Javier, para celebrar la dedicación del templo como lugar de oración y encuentro con Dios.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Andrea Ruz Dios

Hace cuatro años la comunidad de la capilla San Francisco Javier, decidió organizarse para reunir fondos que permitieran mejorar la infraestructura del templo y dar término a su construcción erigida en obra gruesa. Para ello, realizaron bingos, rifas y diversas actividades y trabajaron en conjunto para dar un nuevo rostro a su casa común, su lugar de oración.

El arzobispo, en su homilía felicitó a la comunidad y a su párroco, Sebastián Vial, y expresó: "Han levantado un templo muy hermoso, pero lo más importante no es la materialidad de un gran templo, sino que éste sea un reflejo de la belleza de Dios. Ustedes, aquí en este lugar, en esta comunidad cristiana, han hecho esta obra hermosa, bella, que a través de esa belleza física busca ser un signo de la belleza amorosa de Dios, que siempre acompaña nuestra vida".

En su mnsaje, el pastor agregó :"Siempre un templo es un desafío para una comunidad cristiana, porque el templo vivo de Dios, el templo de piedras vivas es lo que tiene como base a Cristo y está construido con piedras preciosa, que somos todos los bautizados, cada uno, escogido por Él para levantar el templo de su gloria. Esas piedras, unida a la piedra angular que es Jesucristo, es la comunidad, compuesta de hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos, animada por el Espíritu Santo".

La consagración del templo, estuvo marcada por varios signos, comenzando por la bendición y aspersión del agua, con la cual se purificaron los muros y el nuevo altar.

Posteriormente, a los pies de este último, se instaló una reliquia de la hermana María Gabriela, mártir del convento de la visitación en la guerra civil española de 1935, que expresa el deseo de la comunidad, de unirse y ofrecerse a Jesús como lo han hecho los santos.

La celebración, continuó con la unción del altar y los muros de la Iglesia, como signo de que este templo estará siempre dedicado al culto cristiano, como un lugar santo y casa de oración.

Consecutivamente, el arzobispo procedió al rito de la incensación, como manifestación de la oración de la comunidad que sube en presencia de Dios. Luego revistió el altar con un mantel y se instalaron cirios y flores, para celebrar en él la Santa Eucaristía.

Al final de la misa de consagración, el párroco Sebastián Vial expresó: "Sentimos una gran alegría y un gran impulso para seguir adelante. No se trata solo de tener un bonito templo, sino que nuestra comunidad crezca, y es curioso porque desde que la comenzamos a arreglar, creció significativamente el número de gente que comenzó a venir a misa. Nosotros queremos seguir evangelizando, yendo a los colegios, visitando las casas, hogares de ancianos, haciendo una misión fuerte para llegar a quienes están más lejos".

Manuel Muñoz es eléctrico de oficio y participa de la comunidad parroquial de Santo Tomás hace más de 20 años. Comprometido con la remodelación de su capilla, aportó con su trabajo desde el don que Dios le dio: "Para mí la significancia es poca, yo lo hago simplemente por amor. Los talentos que a mí me han llegado no son míos, yo debo entregarlos y así lo he hecho", comentó.

Por su parte, María Elena Álvarez quien vive hace 48 años en el sector de Ñuñoa, asistiendo hace varios años a la capilla junto a su familia, destacó el trabajo realizado en el nuevo templo y expresó su alegría y gratitud: "Es muy importante para nosotros poder inaugurar esta nueva capilla junto al arzobispo, es una bendición de Dios. Ahora estamos esperando que se pueda construir una nueva parroquia, para que podamos recibir a más gente".