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Jueves 7 de enero de 2021

Adultos de parroquia Santa Faustina recibieron sacramento de la Confirmación

El Obispo Auxiliar Cristián Roncagliolo impuso el Santo Crisma a ocho feligreses de esta parroquia de Chicureo, en Colina, durante la misa celebrada el pasado 5 de este mes, con los aforos permitidos para estas liturgias.

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Antes de comenzar la eucaristía, el catequista, Gustavo Torrealaba, presentó al obispo los candidatos a la Confirmación, junto al párroco, padre Juan Ignacio Schramm, para pedir para ellos el mencionado sacramento.

En la homilía, monseñor Roncagliolo precisó que esto es un don del Señor, es decir,“la Gracia de Dios que nos unge para ser testigos, que nos hace participar del Espíritu Santo que nos empuja a la misión”. Agregó que estas personas “confirman la fe en el Señor, que es el pastor y es Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo”. Luego sostuvo que creemos en el Padre, que  engendra la vida y el amor; en Cristo, “que es el Pastor Supremo que nos conduce a mejores pastos”, y en el Espíritu Santo, “que mueve y agita nuestro corazón para que vayamos en busca del Señor”. 

Más adelante, el obispo indicó que hablar de Dios Trino es también hablar del amor, de la redención y de la misión. “Ustedes serán testigos porque tendrán que vivir los rasgos del amor de Dios”, dijo, o sea, esa triple dimensión de ser testigos del amor para con todos, de mostrar la “misericordia redentora” a los que más sufren y a los pecadores, y de ser parte de la misión evangelizadora de la Iglesia. “Tenemos que ser portadores de la luz de Cristo, de la luz del Evangelio, portadores de la esperanza”, afirmó por último.

Después de la homilía, los confirmandos, es decir los que van a recibir la confirmación,  encendieron sus respectivos cirios, signos de la luz de Cristo resucitado, para renovar el Bautismo, a través de la renuncia a Satanás y la Profesión de fe. Luego, con las manos extendidas hacia los ocho feligreses adultos, pidió para ellos el don del Espíritu Santo, tras lo cual impuso en sus frentes el Santo Crisma que los confirma como maduros en la fe.

Al final de la misa el padre Cristián Roncagliolo los felicitó, agradeció a sus padres, padrinos, catequistas y al párroco el trabajo pastoral previo y les señaló que “la fe es un carbón encendido”, que si se apaga ya no sirve. Por eso deseó “que nuestro corazón esté encendido para encender a otros”.