Fieles de Santa Ana celebraron misa con cardenal Ezzati

En un templo totalmente remozado, feligreses de la parroquia Santa Ana celebraron la misa del segundo domingo de Cuaresma, presidida por el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

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La presencia del pastor animó a los asistentes, que esperan que las obras de restauración tras el terremoto de 2010 estén terminadas para la inauguración oficial de las mismas. El párroco, padre Lionel de Ferraris, valoró la visita pastoral a la parroquia para celebrar la Eucaristía junto a la comunidad. "Siempre la visita del arzobispo anima la fe de la comunidad. Para nosotros significa la compañía permanente del pastor desde el terremoto, hace siete años. Ha sido una larga 'cuaresma', pero ya estamos viendo la luz de la Pascua cercana", expresó.

Previo a la misa, el cardenal Ezzati visitó el comedor social de la parroquia, que cada domingo atiende a más de 150 personas pobres, en situación de calle y mendigos del centro de Santiago, a los que la pastoral social ofrece desayuno, servicio de peluquería, ropa limpia, artículos para el aseo personal y almuerzo. Esta labor se desarrolla desde poco más de 9 años en la parroquia.

Durante la Eucaristía, el cardenal saludó a los presentes y expresó su alegría por ver terminados los trabajos de restauración del templo. En su homilía señaló que para creer que Jesús es el Hijo de Dios, enviado para salvar a la humanidad del pecado y sus consecuencias, para creer que esta misión implica para él pasar por la humillación de la cruz, "los apóstoles y nosotros también necesitamos de una manifestación del Padre, que atestigue que Jesús es su Hijo". Este testimonio, señaló, es el que presenta el Evangelio de este segundo domingo de Cuaresma, en el episodio de la Transfiguración, en el monte Tabor. Y si Jesús debe sufrir la pasión, la Transfiguración ayuda a los apóstoles a entender que "el amor de Dios no se va a manifestar en el poder, sino en la debilidad de un Hijo obediente hasta la muerte", expresó.

Agregó que Jesucristo, en su muerte y en su resurrección, nos hace partícipes de la vida nueva. "Esta es la fe pascual de la comunidad de la Iglesia. Esta es la fe que los cristianos de hoy necesitamos afianzar fuertemente en nuestro camino. No somos una Iglesia triunfalista, sino una Iglesia humilde y pecadora, que reconoce que es el amor de Dios el que nos salva, y que en la humillación de la cruz, nos ofrece la vida, la gloria de la resurrección".

Finalmente, el pastor invitó a los fieles "a volver siempre a lo esencial, a lo que es verdaderamente el núcleo fundamental de nuestra fe. Nuestra confianza está puesta en aquel que en la cruz dio la vida por nosotros, pero que fue exaltado por el poder de Dios".

Trabajo pendiente
El padre Lionel de Ferrari explicó que está pendiente la instalación de una reja perimetral en el frontis del templo, para evitar rayados en su fachada, proyecto que ya está aprobado por el Consejo de Monumentos Nacionales y que ahora debe ser aprobado por la Municipalidad de Santiago. "Esto está bastante bien encaminado, por lo que los trabajos podrían empezar dentro de unos dos meses", afirmó el párroco.

Por ahora, la parroquia está solo con una entrada provisoria por el frontis y otra por calle San Martín, lo que permite el desarrollo normal de las actividades pastorales y de la vida litúrgica, pero solo la misa dominical se celebra en el renovado templo; en la semana la liturgia tiene lugar en una sala de la casa parroquial.

La entrega oficial de estos trabajos se hará con las autoridades y con los que han aportado, una vez que termine la obra pendiente de instalación de la mencionada reja.