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Miércoles 28 de abril de 2021

Parroquia San Saturnino entrega comida a cesantes, jubilados y personas en situación de calle

El sábado 24 de abril se vivió un evento especial en la parroquia de Santiago Centro. Su olla común recibió aportes de vecinos, tenistas nacionales del Open Chile, empresas Carozzi y Fundación Nuestra Casa. Ellos llevaron a la comunidad 650 almuerzos.

Por: Giselle Vargas, comunicadora parroquial San Saturnino

Periodista: Paula Ampuero, Cristián Amaya

La jornada del sábado estuvo llena de emociones. Cientos de personas, cumpliendo todas las medidas sanitarias, se acercaron hasta la parroquia a recibir su plato de tallarines con salsa, que cocinaron los trabajadores de Carozzi. Entre quienes recibieron la comida había personas en situación de calle, pero también personas que se consideraban de clase media hasta antes de la pandemia y se empobrecieron debido a la crisis socioeconómica que vive el país.

La parroquia está emplazada en el barrio Yungay y sus vecinos se han visto afectados de forma seria por la pandemia del coronavirus. Esta realidad impulsó a a la comunidad de San Saturnino, en abril de 2020, a acoger el llamado del Papa Francisco de ser “hospital de campaña” y salir al encuentro de los que más sufren dolencias corporales y espirituales. Dando origen, entre otras iniciativas, a esta olla común.

A un año de esta crisis sanitaria y humanitaria las necesidades están lejos de terminar. Por eso, ajustándose a las disposiciones para evitar la propagación del covid-19 la parroquia entrega más de 900 raciones de comida a la semana de lunes a sábado. También entrega cajas de alimentos y realiza otras acciones solidarias y de asistencia social con la colaboración de los mismos vecinos del barrio, de familias particulares, de parroquias y movimientos, fundaciones, instituciones y empresas.

Estas acciones permanentes en el tiempo y este evento especial de la tallarinata, son agradecidos por la comunidad.

Para una de las comensales, Verónica Rivas, el almuerzo que le entrega la olla común es “importante porque la vida está muy cara, nos hemos visto apurados de plata, a veces no tenemos ni para pan. Nuestra platita nos alcanza solo para nuestros arriendos que también son caros”.

Otra vecina que vive en la calle dijo estar contenta por tener “un platito de comida”. “Estamos en situación de calle y estamos mal. Estoy bien agradecida. Me voy bien agradecida de ustedes porque los tíos han dado la vida por nosotros, nos traen nuestros alimentos, son como nuestra familia. Yo los veo a ustedes como mi familia”, afirmó.

Agustín López, también recibió su ración de alimentos, y manifestó estar agradecido: “La atención de la Iglesia es de primera calidad, son todos muy bondadosos. Yo vine por la necesidad que tenemos todos los chilenos, yo trabajo en Copiapó, y veo que la necesidad es tremenda”.

Tallarinata solidaria

La iniciativa es parte de la Campaña “ACE X 10” organizada por la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) en colaboración con empresas Carozzi. El desafío era lograr la donación de diez platos de pastas por cada ACE (saque ganado sin respuesta del contrincante) de los jugadores chilenos participantes en el ATP Tour 250.

Los tenistas lograron 3500 almuerzos para Fundación Nuestra Casa, que acompaña y apoya a personas en situación de calle; para Fundación Casa Familia, organización que entrega apoyo a niños con cáncer y para Coaniquem, corporación que rehabilita a niños y jóvenes con quemaduras y otras cicatrices.

Fundación Nuestra Casa, que opera en el barrio Yungay, destinó 650 almuerzos a la parroquia San Saturnino los que fueron elaborados por cuatro trabajadores de Carozzi.

A través de un sistema de turnos para evitar aglomeraciones, los voluntarios y organizadores de la olla común entregaron los almuerzos a vecinos, familias y personas en situación de calle beneficiarios de Fundación Nuestra Casa, de la parroquia San Saturnino, de la olla común Buena Esperanza, de la olla común Junta de Vecinos Barrio Yungay y de Fundación Frè.

Ese momento fue apoyado también por los padres del tenista chileno Nicolás Jarry Fillol, Cecilia y Alan, quienes manifestaron su gratitud “por la oportunidad de ayudar a través del deporte”. Cecilia extendió los saludos de Nicolás, que se encuentra en Ecuador, y espera sumarse en algún momento para conocer la obra solidaria.

El coordinador de San Saturnino, Patricio Tari, explicó que esta es una “obra colectiva que anima a seguir dando este servicio en el corazón del barrio Yungay por mucho tiempo más”.

Tari aseguró que todo esto depende de “la obra De Dios y de la ayuda social” que llega a través de las donaciones de particulares, vecinos del barrio, empresas, fundaciones e instituciones.  “Es el milagro de Jesús, el Señor de la Buena Esperanza, que nos permite tocar los corazones”.

“Seguimos comprometidos con los vecinos del barrio porque la pandemia no termina, el confinamiento sigue y la situación económica no alcanza para vivir”. En ese sentido el coordinador de San Saturnino alentó a “hacer el Evangelio realidad y la Eucaristía extendida para que otros también participen en la Mesa del Señor, en el almuerzo diario”.