Lunes 26 de agosto de 2019
Parroquia San Luis Rey celebró con fe y alegría a su patrono
Los blancos muros del espacioso templo parroquial de San Luis Rey, en el populoso sector de La Palmilla y alrededores, en Conchalí, cobijaron a feligreses que con gran fervor y gozo celebraron la Eucaristía este pasado domingo en su día patronal.
Fotos: Camila González
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
El coordinador del consejo es también ministro extraordinario de la Comunión y participa en la parroquia desde 1986: "Aquí el fervor religioso es muy notable. Hay mucho entusiasmo, en el sentido de hacer las cosas con muchas ganas por amor a Dios, mucha fuerza y espiritualidad", comenta. Luego añade que al sector parroquial ha llegado mucha gente de provincia, que ha aportado a ese fervor religioso, lo mismo las Hermanas de la Misericordia, que han hecho lo propio con la catequesis.
Antes de iniciarse la misa, el párroco, padre Manuel Jesús Castro, expresa que esta fiesta de San Luis Rey de Francia "es un día de mucha alegría para nuestra comunidad, celebramos al Señor que nos ha regalado tantos dones. Nos hemos preparado durante semanas para compartir esta celebración y es una alegría para cada uno de nosotros tener en medio de nuestra comunidad a nuestro pastor, para que nos anime en la esperanza y nos ayude con sus palabras y testimonios a reencontrarnos con Cristo, el Señor".
Pero no solo fue la palabra del pastor. Don Celestino ofreció una homilía dialogada con la gente. En ese diálogo, mientras se paseaba por entre la naves del templo, se refirió a los textos bíblicos de este pasado domingo y señalando que "la corrección es una muestra de amor de los padres hacia los hijos", porque si no los corrigen es porque no los aman. Y como Dios nos ama, nos corrige. También relató aspectos de la vida de san Luis, que perdió a su padre a los 14 años y a esa edad debió asumir como rey, guiado por su madre. La labor de Luis a favor de la paz durante su reinado fue grande y monseñor Aós pidió a Dios que nos conceda gobernantes que busquen también esa paz.
Agregó que es necesario el aporte de todos y que un profesor debe ser un buen profesor, una mamá, una buena mamá, un conductor, un buen conductor. En este diálogo le preguntó a la gente qué le quieren pedir a Dios, y la lista incluyó paz, amistad, amor, felicidad y alegría.
No se puede construir un mundo sin Dios
Las palabras del obispo fueron acogidas con atención por los feligreses. Entre ellos, Daniel Medina, para quien la fe es descubrir el valor de "la redención que nos trajo Jesús, sus enseñanzas, y poder incorporarlas en nuestro vida". Afirma convencido que esta fe es lo que da sentido a la vida y que "no hay otra forma de vivir, no podemos pensar vivir sin Dios, que es lo que cree hoy día la sociedad, que puede construir un mundo sin Dios. Pero no hay otra forma de vivir".
Se ve que en esta parroquia son muchos los que han experimentado esta fe, por su alegre y fervorosa participación en la liturgia. Vivencia de la fe "en la bondad infinita de Dios, que nos encamina, nos acompaña y nos va protegiendo en el transcurso de la vida, en medio de las vicisitudes, las pérdida de seres queridos, de nuestros padres", dice Daniel. La misma fe que "va llenando de sentido, de significado esos momentos que son duros. No hay otra forma de poder vivirlos y de entenderlos", insiste absolutamente convencido.
Termina la misa y el obispo comparte con los presentes esta fiesta con saludos, fotos y bendiciones.