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Lunes 23 de octubre de 2017

Jóvenes de la Parroquia San Joaquín escrutaron la Palabra

Durante la tarde de este domingo y como es tradición una vez al mes, cerca de 25 jóvenes de la parroquia ubicada en la comuna de Renca, se reunieron a escrutar la Palabra de Dios. En esta oportunidad el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, los acampanó y alentó en su vida de fe.

Fotos: Omar González

Periodista: Francisco Morón M.

“Nos hace mucho bien escucharnos, porque lo que queremos decir no son palabras nuestras, sino la palabra que el Espíritu ha querido desarrollar sobre nosotros. Esa semilla que el Señor esparció sobre nosotros para que dé una espiga llena de frutos para todos los demás”, les dijo el Pastor de la Iglesia de Santiago a los jóvenes mientras se realizaba el ejercicio.

El evangelio escogido para el escrutinio de la Palabra (o Lectio divina) fue Mateo 8,20: “Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza”. Tras una hora de reflexión personal los jóvenes que quisieron dieron a conocer su reflexión. El cardenal les compartió sus impresiones.  

“La Palabra de Dios que hemos escuchado nos invita a mirar desde los ojos de Jesús, a mirar la vida, a mirar lo que es fecundo en nuestra vida. No para que cortemos las alas, el Señor nos ha regalado a todos alas para volar muy alto, no por nada nos ha hecho casi como un Dios.  El Señor nos viene a iluminar con su palabra. Nos dice: Fíjense que las zorras no tienen guarida, o sea que ni siquiera el Hijo del hombre tiene dónde reclinar la cabeza. Y si nosotros nos miramos, encontramos que esta realidad es la que toca también nuestra vida. Esa es la tragedia que vivimos cada uno de nosotros”, dijo el Arzobispo.   

Además, agregó que “nuestra vida cristiana fundada en la confianza en Dios, no supone que tengamos que olvidar que es necesario luchar, supone que la confianza en Dios es siempre superior a nuestra pobreza. Siendo pobre se hizo rico por nosotros, nos hizo partícipes de su riqueza y, por eso, todas las veces que en su vida de jóvenes se encuentran con la tentación de sentirse abandonados, sin dónde reclinar su cabeza, sin la fuerza para luchar en contra del mal, el Señor les dice: "Miren los lirios del campo, miren las aves del cielo", el Señor es mi pastor, qué me puede faltar”, finalizó.            

Al final, invitó a los jóvenes presentes a que participen más activos que nunca del Sínodo que se está llevando a cabo en nuestra arquidiócesis. “Quisiera animarlos a que lo sigan haciendo, sobre todo superando las tentaciones del cansancio, del qué dirán, de la desesperanza que podamos encontrar en los demás. Quisieras, además, que participen activamente de la misión de llevar a otros jóvenes la experiencia que ustedes están viviendo, participando del Sínodo de nuestra Iglesia de Santiago, que nos invista justamente a transmitir la palabra de Dios y a discernir por nuestra propia vocación para ser de la palabra de Dios, luz que ilumina, y de nuestra vocación, un testimonio alegre, gozoso de lo que significa seguir de verdad a Jesús”.

Por su parte, el párroco, padre José Miguel Blasco,  comentó que “mensualmente nos reunimos con los jóvenes y escrutamos la palabra de Dios, generalmente siempre lo hacemos con el evangelio del domingo, pero hoy, con la presencia de nuestro Arzobispo, escogimos una palabra que ayudara a los jóvenes al seguimiento de Dios, por eso escrutamos Mateo 8,20, que son las exigencias del seguimiento apostólico. Hemos descubierto que una forma de rezar con los jóvenes, que a ellos les ayuda, es la scrutatio (escrutar la Palabra). Nuestra parroquia es muy juvenil, hay muchas familias numerosas. La idea también de la scrutatio es que la parroquia se pone al servicio de los jóvenes, es decir, los adultos preparan todo para que esto se lleve a cabo de la mejor manera. Para nosotros es un honor, es una gracia inmensa, un regalo que el obispo venga a acompañarnos”, dijo el sacerdote.           

La voz de la juventud

Cristóbal Ortiz de 23 años: “Para mí es súper importante la palabra de Dios, porque me ayuda a iluminarme para seguir estudiando, en cómo me estoy comportando, etc., y así puedo ver cómo Jesucristo ha actuado en mi vida, cómo yo puedo ser parte de esto y también poder compartirlo, no dejar que sea solo para mí. El ánimo que nos dio el obispo al venir hasta acá nos ayuda a poder seguir adelante, no es menor ver cómo nuestro pastor está junto a nosotros, los jóvenes".     

Carola Gallardo de 22 años: “Es bueno siempre tener un momento de intimidad con Dios, más aún si viene el obispo como representante de la Iglesia. Es sumamente necesario darse estos tiempos donde uno entra en diálogo profundo con Dios. En nuestra comunidad hay varios jóvenes, ya que la Iglesia es muy cercana a nosotros, sin mucho juicio los jóvenes llegan solos acá. Yo les diría a los que están lejos, que uno siempre se está buscando y tener a Dios en la vida es fundamental, es un pilar que no se te mueve, es mucho más conveniente que otras cosas".   

Tras la scrutatio, en el templo se rezaron las Vísperas y luego hubo un compartir con todos los jóvenes.