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Lunes 27 de marzo de 2017

Parroquia de Villa La Reina inauguró templo remodelado

Con la presencia del Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, la comunidad de la parroquia San Juan Bautista, de Villa La Reina, celebró la Eucaristía junto a su pastor y al vicario de la Zona Oriente, padre Manuel Paz, e inauguró las obras de renovación del templo.

Fotos: Héctor Landskron

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

El párroco, padre Jorge Iturriaga, que está hace exactamente cinco años en este servicio, explicó que el antiguo templo "era un galpón con techo, nada más. Y yo como párroco tenía esa inquietud, porque el templo necesitaba un ambiente más cálido y la comunidad parroquia de Villa La Reina creció mucho". Las obras contemplaron la remodelación total del interior del templo, un nuevo confesionario, un nuevo tabernáculo, iluminación, fachada y techo, que fueron bendecidos por el cardenal Ezzati, y un pequeño patio interior, todo financiado con la herencia de un benefactor del Arzobispado de Santiago.
El padre Jorge destacó la participación de los fieles en la vida parroquial y señaló que "tengo una ayuda amplia de muchas personas y las pastorales están funcionando siempre, de niños, de jóvenes y de adultos. Hay cinco grupos de adultos mayores. Una de las cosas bonitas que hay es un comedor de Ayuda Fraterna que funciona todos los días, de marzo a enero, para 35 personas. Este es un sector muy populoso y muy carenciado, con muchos problemas de micro tráfico y violencia".
En su homilía, el cardenal Ezzati expresó que "el templo ha quedado muy hermoso, digno de Dios y digno de la comunidad cristiana que aquí se reúne". Agregó que siempre el encuentro del pastor con el pueblo de Dios a su cargo "acrecienta la comunión, la fe y el sentido de pertenencia a la Iglesia de Jesús, que es quien nos hace santos". Dijo que un templo renovado "nos abre a la esperanza y la certeza de que Jesús resucitado puede hacer del templo vivo que somos los bautizados, un templo cada vez mejor".


Abrir los ojos para ver al que sufre
Luego, se refirió a la cuarta semana del tiempo de Cuaresma, que "es un tiempo de renovación de restauración interior, un tiempo para acercarnos al Señor, que siempre restaura nuestra fragilidad". Respecto del evangelio del pasado domingo, de la curación de un ciego de nacimiento, señaló que muchas veces "caminamos por la vida ciegos, que no sabemos a dónde vamos. Ciegos, que no sabemos que el Espíritu vale mucho más que la carne, y no reconocemos en los hermanos que sufren al mismo Dios, que se hace presente en medio de nosotros en el sufrimiento humano".

Pero, dijo el pastor, Dios está en medio de su pueblo y nos da los sacramentos, para que podamos ver, "un poco de pan, un poco de vino, un poco de agua, una mano que se levanta y dice en nombre de Dios los perdono". Agregó que si nos dejamos tocar por Jesús, se despierta en nosotros la fe, que es "estar viendo a Jesús, muerto y resucitado".

El arzobispo invitó a los fieles a acercarse en este tiempo al sacramento de la Reconciliación y celebrar con fe la fiesta de la Pascua, para ver y reconocer en Jesús al Salvador de nuestra existencia.

Terminada la misa, toda la comunidad presente participó en una convivencia de fraternidad junto al pastor. Wilfredo Pasten, que trabaja en la pastoral de catequesis y es miembro de una comunidad cristiana de base, manifestó que"el hecho que venga el Arzobispo a la parroquia es algo lindo, nos ayuda a ser cada vez más servidores de Cristo a tanta gente que asume responsabilidades desde hace mucho tiempo en esta comunidad".