Una comunidad motivada por la misión y la evangelización

En el corazón de Quilicura, la parroquia Nuestra Señora del Carmen es el centro de encuentro para miles de fieles que conviven a diario con la fe y el Evangelio. Muchos de ellos han hecho su vida al alero de esta casa del Señor.

“Nos conocimos aquí en la parroquia hace más de 20 años, aquí mismo nos casamos y nuestros hijos han sido bautizados y han realizado la Primera Comunión. Nuestra familia ha crecido en esta parroquia y ha sido fundamental para mi vida, a través de la fe, viviéndola y traspasándola a nuestros hijos” relató Rodrigo Mansilla, mientras llegaba a la misa de este domingo junto a su familia.

Junto a su esposa, María Francisca Contreras, tienen cuatro hijos y un quinto viene en camino. Ella nos relata la importancia de su fe. “La vida sin Dios pierde sentido, hay que aferrarse a algo más allá de las cosas materiales, porque se terminan. La fe me sostiene, sostiene mi matrimonio, mi familia, aquí escuchamos palabras y vivimos la fe a diario. Gracias a esto aprendimos a vivir con las cosas buenas y las cosas malas, Dios está en todo”, finaliza.

Dentro de esta parroquia conviven muchos movimientos, pastorales y carismas. Este matrimonio participa de una comunidad neocatecumenal. “La relación con todos los hermanos aquí en la parroquia es muy cordial, independiente del carisma o del párroco que esté, aquí todos participamos con todos, nos une la misión. El padre tiene toda la mentalidad de llegar a los pobres, a los están alejados y a las periferias. Tenemos misiones casi todos los días, eso nos gusta, salir, ir a las calles, moverse, salir de la ciudad y llegar hasta donde la gente necesita de una palabra”, nos cuentan mientras ingresan al templo, la misa de 12 está por comenzar.

El Administrador Apostólico de Santiago, Celestino Aós, presidió la eucaristía dominical y recalcó la importancia de las comunidades. “Cuando estuve con el Papa Francisco al final le dije qué quiere que transmita a las comunidades de Chile, entre las cosas que me dijo fue, mire cuanta riqueza, cuántas cosas positivas hay en las comunidades, cuánta gente buena hay, porque todos los días estamos hablando de escándalos y cosas malas, eso existe, pero existe también lo bueno, tenemos que cuidar lo bueno”. También los llamó a no perder la esperanza. “Alégrense porque nuestros nombres están escritos en el cielo y vamos hacia allá, vamos caminado y todos vamos a dejar esta tierra para encontrarnos con Jesús, con la Virgen y ser felices eternamente”, finalizó el obispo en su homilía.   

A la salida de la misa estaba la señora Milagros Yuz, junto a un grupo de personas vendiendo queques, ricas sopaipillas y café, ellos participan de un movimiento de inspiración franciscana al interior de la parroquia. Con las ganancias de las ventas prepararían una próxima misión la sur del país. “Esta es una parroquia netamente misionera, como comunidad siempre acompañamos al padre al puerta a puerta. Hay muchos carismas, pero todos somos muy unidos. Siempre estamos preocupados de los que sufren, de los enfermos, de los ancianos que están solos. Estamos vendiendo estas cositas porque en octubre nos vamos a la ciudad de Osorno a misionar”, relata mientras sigue la venta.      

El padre Eduardo Rodríguez, párroco del lugar entregó más detalles sobre la gran comunidad parroquial que existe en ese lugar. “Hay muchos carismas dentro de nuestra parroquia, ignacianos, franciscanos, catecúmenos, también hay muchos movimientos y pastorales, pero todos con una dimensión muy misionera. Todos los fines de semana salimos por la comuna, la parroquia tiene cerca de 80.000 habitantes, por eso la importancia de la misión y también para re encantar. Nuestra devoción es Nuestra Señora del Carmen, es nuestra patrona, la gente la vive con mucho cariño”, finalizó.