Lunes 6 de septiembre de 2021
En parroquia Nuestra Señora de Pompeya celebraron el Día del Migrante
En la alegre ceremonia, monseñor Pedro Ossandón recordó que la migración “es nuestra propia historia” y que también María y José fueron migrantes, cuando Jesús estaba recién nacido.
Periodista: Magdalena Álamos
Fuente: Arzobispado de Santiago
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Este domingo 5 de septiembre el obispo Pedro Ossandón presidió la misa celebrada en la parroquia Nuestra Señora de Pompeya para conmemorar el Día Nacional del Migrante y Refugiado, en este mes que la Iglesia dedica a los extranjeros.
En una alegre y colorida ceremonia, ajustada a los protocolos sanitarios y a la que asistieron personas de diferentes nacionalidades y culturas, se exhibieron las banderas de numerosos países, como Chile, Argentina, Cuba, la República Democrática del Congo e Italia, y el coro cantó animadas canciones.
En su homilía, el obispo destacó que la migración “es nuestra propia historia” y recordó que la Virgen María junto a José y Jesús migraron también a Egipto tras el nacimiento del niño en Belén.
Asimismo, relevó las palabras del profeta Isaías: “digan a los que están desalentados: sean fuertes, no teman, nuestro Dios viene y nos salvará”.
“Dios en persona viene a destruir todo lo que nos divide, a limpiarnos de toda injusticia, engaño. Este es el Cristo que rompe las barreras, que derriba las murallas para hacernos hijos de un mismo padre, llenos de un mismo Espíritu”, añadió.
La parroquia Nuestra Señora de Pompeya, también conocida como parroquia Latinoamericana, es reconocida por su labor de apoyo a los extranjeros. Allí el Instituto Católico de Migrantes INCAMI, junto al apoyo de autoridades, vecinos y otras organizaciones solidarias, dan una mano a quienes llegan al país por diferentes razones, buscando una vida más digna o con mejores oportunidades.
“Uno puede conversar el mismo idioma (…) nos entendemos todos y si no hemos aprendido todavía el idioma, en la Eucaristía entendemos el idioma del Cristo que nos hace una sola familia, que nos une en un mismo amor”, puntualizó monseñor Ossandón.